Firman convenio para fomentar la lectura

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Monterrey.- La Universidad Autónoma de Nuevo León firmó hoy un convenio de colaboración con la Dirección General de Bibliotecas de la Secretaría de Cultura federal para impulsar la Estrategia Nacional de Lectura, el primero en su tipo con una institución pública de educación superior.

Marx Arriaga, titular de la DGB de la dependencia federal y Celso José Garza Acuña, secretario de Extensión y Cultura de la UANL, signaron el acuerdo en el Patio Ala Norte del Colegio Civil Centro Cultural Universitario, donde se llevan a cabo las actividades del área infantil y juvenil de la Feria Universitaria del Libro, UANLeer 2019, que arrancó ayer.

El convenio, explicó Arriaga, forma parte de las acciones emprendidas por el gobierno federal para la Estrategia Nacional de Lectura que lidera el doctor Eduardo Villegas y que reúne a diferentes áreas de la SEP, la Secretaría de Cultura y el CONACYT.

En la mesa estuvieron también presentes Porfirio Tamez Solís, titular de la Dirección de Bibliotecas de la UANL y Jaime Vallejo, titular de la Dirección de Servicio Social y Prácticas Profesionales de la UANL.

“Lo que impulsa el convenio es reactivar la Red Nacional de Bibliotecas Públicas al vincularse con los institutos de educación superior autónomos estatales y generar una estrategia para que sus alumnos a través del servicio social o sus prácticas educativas desarrollen talleres de fomento a la lectura en los espacios bibliotecarios, registrando cada uno de ellos como si se tratara de un laboratorio pedagógico”, mencionó.

Para lograrlo, añadió, la DGB ha diseñado una plataforma “Moodle” donde se ofrecerá una capacitación a distancia a los estudiantes de la UANL. Esta capacitación está dividida según las responsabilidades que asuma el alumno al atender a estudiantes de primaria y secundaria.

Está dividida en 12 sesiones semanales de dos horas cada una, las cuales implican otras 12 horas más de desarrollo práctico del estudiante universitario en los espacios de la biblioteca pública atendiendo a grupos reducidos de alumnos de educación básica.

“Por lo tanto, cada taller está diseñado para cubrir 48 horas de trabajo teórico y práctico. Así, al desarrollar 10 talleres, los alumnos de la UANL cubrirán sus 480 horas de servicio social, utilizando al espacio de la biblioteca pública como un laboratorio y fomentando la lectura en el estado de Nuevo León; un verdadero servicio social en toda regla.

“Como se imaginarán, estos laboratorios pedagógicos serán fundamentales para evaluar los hábitos de lectura en todo el país, porque no solo firmaremos este convenio con la UANL, sino que esperamos que se sumen todos los institutos de educación superior autónomos estatales. Con el resultado del trabajo de campo de nuestros queridos estudiantes universitarios, lograremos estructurar un repositorio nacional de evidencias, el cual abrirá sus puertas a todos los investigadores y cuerpos académicos que las universidades registren en el convenio”, expuso.

La DGB, agregó, organizará coloquios, foros y congresos en las bibliotecas centrales de todo el país. Arriaga habló del rediseño de la revista El Bibliotecario, como revista académica que funcione como vitrina para todos los trabajos de investigación que surjan del convenio que hoy se firmó.

Al formalizar estos convenios estatales se logrará, dijo, reactivar la Red Nacional de Bibliotecas Públicas por medio del trabajo que se realice en estos talleres de estrategias pedagógicas, aplicados por estudiantes universitarios; empoderar a la comunidad universitaria del país y cumplir con la Ley General de Bibliotecas para sentar un precedente en el cómo tomar decisiones políticas con base en un trabajo sistemático de investigación que garantice el éxito de estas.

“Con base en los resultados de estas investigaciones, la DBG armará las colecciones de libros que repartiremos en los municipios del país, asumiendo su diversidad y escuchando a las voces autorizadas. No queremos repetir los mismos errores, no queremos bibliotecas municipales abandonadas, tampoco mandarles acervos que no toman en cuenta sus necesidades”, recalcó Arriaga.

Las bibliotecas, mencionó, son espacios educativos; filósofos como Vasconcelos, Ortega y Gasset o poetas funcionaros como Jaime Torres lo tenían claro, y sin duda la meta es convertirlos en: centros culturales, centros sociales, centros de formación y centros de educación.

“Pero para ello, la DGB necesita la colaboración de todos ustedes. Hoy, el Fondo de Cultura Económica y su titular Paco Ignacio Taibo II, está generando una dinámica que acerca al libro a la población en general, pero necesitamos acompañar aquella campaña con pedagogía. Necesitamos que los estudiantes y académicos del país soporten el trabajo del FCE y de la DGB para que así esos libros tengan lectores”, indicó.

“El convenio que hoy firmamos es el primer paso para lograrlo, faltan 31 pasos más. Esto nunca se había realizado en el país, nunca el gobierno federal había convocado a estudiantes y académicos a una campaña así. En teoría, los resultados deben ser diferentes porque no estamos haciendo las cosas igual”.