Con el Día de Muertos a la vuelta de la esquina, la flor de cempasúchil se convierte una vez más en el símbolo que conecta a los mexicanos con sus seres queridos fallecidos y, al mismo tiempo, en el motor de una industria que espera generar más de 350 millones de pesos en ventas, según el Consejo Mexicano de la Flor (Conmexflor).
Federico Martínez Martínez, presidente de Conmexflor, destacó que la flor de cempasúchil, considerada esencial en las ofrendas de Día de Muertos por su vibrante color y fragancia, es también un pilar económico para más de 20 mil productores en todo el país.
“Esperamos que la producción de este año genere una derrama económica de 350 millones de pesos para el sector,” señaló en el panel “Celebrando la Vida: El Ciclo de Valor de las Ofrendas Mexicanas”, organizado por el Consejo de la Comunicación.
Los principales estados productores —Estado de México, Morelos, Puebla, San Luis Potosí, Michoacán, Hidalgo y Ciudad de México— generan cerca de 10 millones de plantas en maceta y 1.8 millones de manojos de cempasúchil. Este año, la producción ha crecido un 10%, una noticia alentadora para el sector que espera satisfacer la creciente demanda nacional e internacional, dado el auge de la planta en el diseño de jardines y paisajes.
El cempasúchil no solo se comercializa para los altares y decoraciones en cementerios, sino que su popularidad ha llegado a distintos países, donde se valora como planta ornamental. Sin embargo, para México, la flor representa un vínculo espiritual
“Su color y aroma son una guía para que las ánimas encuentren el camino de regreso,” explicó Martínez, subrayando la estrecha relación entre la planta y las tradiciones ancestrales del país.
La Central de Abasto de Ciudad de México también se prepara para este flujo de ventas, siendo el mercado de referencia para quienes buscan los elementos para las ofrendas, desde frutas típicas como caña y tejocote hasta papel picado y calaveras de azúcar. Pedro Torres Madariaga, exrepresentante de la Unión de Frutas y Legumbres de la Central, comentó que la actividad económica en sus 327 hectáreas se intensifica en estas fechas, con más de 500 mil visitantes diarios.
Las celebraciones de Día de Muertos, que han sido reconocidas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, mantienen viva la economía local al tiempo que preservan un legado espiritual, y la flor de cempasúchil sigue siendo el corazón de esta tradición que mezcla nostalgia, color y el inquebrantable lazo entre los vivos y los muertos.