El derrame de sustancias químicas en el arroyo La Talaverna, originado desde la planta de Ternium Churubusco, ha comenzado a mostrar consecuencias directas sobre la fauna silvestre del área. Esta semana, científicos de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León detectaron la presencia de tortugas muertas presuntamente afectadas por el vertido de cloruro ferroso y agua ácida.

La información fue dada a conocer por Glen Villarreal Zambrano, director general de Parques y Vida Silvestre, a través de redes sociales. En su publicación, el funcionario compartió imágenes de los recorridos de inspección que realiza personal de la dependencia, donde se observa a una tortuga sin vida en el cauce del arroyo.

Tortugas muertas por ácido de Ternium. La fauna silvestre de Nuevo León está sufriendo estragos… No tenemos reportes de la empresa sobre ejemplares envenenados o quemados por su ácido”, escribió Villarreal Zambrano, quien además hizo un llamado a replantear el modelo urbano de la metrópoli.

El incidente se originó el pasado 18 de abril, cuando se derramaron aproximadamente 400 mil litros de cloruro ferroso y agua ácida desde la planta industrial de Ternium, ubicada en los límites de Monterrey y San Nicolás. Sin embargo, la empresa reconoció públicamente el derrame hasta el 25 de abril, es decir, una semana después.

Según la información oficial, la afectación abarca 11 kilómetros del cauce del arroyo, impactando a los municipios de San Nicolás, Apodaca, Pesquería y Guadalupe.

Ante la magnitud del daño ambiental, la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León anunció el pasado domingo 27 de abril que impondrá una «sanción ejemplar» a Ternium, señalando los riesgos tanto para la salud humana como para el ecosistema.

Por su parte, Ternium aseguró en un comunicado que el incidente no representa un peligro para la salud y que el nivel de pH del agua en el arroyo ya se encuentra normalizado. Añadieron que desde el primer día del derrame han participado 150 brigadistas en labores de contención y limpieza, y que trabajan actualmente en la eliminación de la coloración rojiza del concreto provocada por el óxido ferroso, la cual —según su postura— no implica un riesgo ambiental.

A pesar del posicionamiento de la empresa, el director general de Ternium, Máximo Vedoya, no ha emitido hasta el momento ninguna declaración pública, mientras crece el reclamo social y político por una posible reubicación de la acerera fuera del Área Metropolitana de Monterrey.