Texas, Estados Unidos.– El turismo espacial dejó de ser un concepto futurista para convertirse en una realidad tangible. Así lo demostró la reciente misión de la empresa Blue Origin, que llevó a la cantante estadounidense Katy Perry y a cinco mujeres más al límite de la atmósfera terrestre en un vuelo suborbital exitoso.
El viaje, que duró poco más de 11 minutos, despegó este lunes por la mañana desde una base en Texas a bordo del cohete reutilizable New Shepard, propiedad del magnate Jeff Bezos. Se trató de una experiencia turística, sin fines científicos, pero que marcó un nuevo hito en la historia de los vuelos espaciales privados: fue la primera misión tripulada exclusivamente por mujeres desde 1963.
Además de la estrella pop de 40 años, la tripulación incluyó a la activista Amanda Nguyen, la presentadora Gayle King, la ingeniera aeroespacial Aisha Bowe, la cineasta Kerianne Flynn y la periodista Lauren Sánchez.
Durante el vuelo, las pasajeras cruzaron la línea de Kármán, el punto que marca el inicio oficial del espacio exterior. Allí, experimentaron brevemente la ingravidez, soltaron sus cinturones y flotaron mientras contemplaban la curvatura de la Tierra. En medio del silencio espacial, se escuchó a Perry entonar el clásico “What a Wonderful World”.
Tras el aterrizaje, la cantante declaró sentirse “superconectada con la vida” y calificó la experiencia como una “rendición a lo desconocido”. El resto de las tripulantes también compartió su asombro por la vista de la Tierra desde el espacio y la serenidad del momento.
Si bien la misión NS-31 fue principalmente turística, su simbolismo es profundo: confirma que los vuelos espaciales comerciales ya no son ciencia ficción, sino una industria en crecimiento. Las imágenes de celebridades y civiles viajando al espacio forman parte del presente.
Sin embargo, no todos ven con buenos ojos esta nueva etapa. “Estos vuelos son importantes y emocionantes, pero también pueden ser frustrantes para la comunidad científica”, comentó el Dr. Kai-Uwe Schrogl, de la Agencia Espacial Europea. “Las celebridades reciben más atención que los astronautas profesionales que dedican su vida a la exploración”.
Aun así, el turismo espacial avanza firme y con nuevas misiones en camino. Lo que ayer parecía solo un privilegio de astronautas, hoy es posible —para unos cuantos— con un boleto en la mano.