El papa Francisco continúa con una evolución favorable en su estado de salud, luego de permanecer 32 días internado en el hospital Gemelli de Roma debido a problemas respiratorios. Según fuentes vaticanas, el pontífice requiere ahora un menor flujo de oxígeno en su terapia y, en desplazamientos cortos, puede prescindir del uso de cánulas nasales.

Los médicos han constatado leves mejorías gracias a la fisioterapia respiratoria y motora, lo que ha permitido reducir la inflamación que presentaba. A pesar de que sigue necesitando oxígeno a altos flujos durante el día y ventilación mecánica no invasiva por las noches, la alternancia con niveles más bajos representa un avance significativo en su recuperación.

Debido a la estabilidad de su estado de salud, el equipo médico ha decidido no emitir informes diarios sobre su evolución. Se espera que el próximo parte médico se publique entre el martes y el miércoles.

Francisco, de 88 años, sigue bajo estricta supervisión médica, aunque su progresiva recuperación le ha permitido reanudar actividades como la celebración de misa, lo que sugiere una mejora significativa en su condición.