Ciudad del Vaticano.- En un llamado urgente a la paz y la humanidad, el Papa Francisco pidió este domingo el cese inmediato del fuego en Gaza, la liberación de los rehenes y la asistencia humanitaria para los afectados, durante su tradicional mensaje de Pascua. El texto fue leído por el maestro de ceremonias, monseñor Diego Ravelli, debido a que el pontífice continúa convaleciente de una infección respiratoria.

Aunque ausente en todos los ritos de la Semana Santa, el Papa apareció brevemente en el balcón de la logia central de la Basílica de San Pedro para impartir la bendición Urbi et Orbi, ante miles de fieles congregados en la plaza. Por recomendación médica, delegó la lectura del mensaje pascual, en el que abordó los principales conflictos del mundo y reiteró su compromiso con la paz global.

Apelo a las partes beligerantes: que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente, que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz”, expresó el Papa en su mensaje.

Francisco manifestó su solidaridad con los cristianos en Palestina e Israel, así como con los pueblos de ambos territorios, y deseó que desde el Santo Sepulcro, donde este año católicos y ortodoxos celebran la Pascua el mismo día, se irradie “la luz de la paz sobre toda Tierra Santa y sobre el mundo entero”.

El pontífice expresó su preocupación por el aumento del antisemitismo a nivel mundial, y por la situación de la comunidad cristiana en Gaza, afectada por el prolongado conflicto armado que ha dejado miles de muertos y una crisis humanitaria “dramática e indigna”.

Además, sin mencionar directamente a Gaza, condenó los ataques a hospitales, escuelas y trabajadores humanitarios en zonas de guerra.

No podemos permitirnos olvidar que lo que está en la mira no es un mero objetivo, sino personas con un alma y una dignidad”, subrayó.

El Papa también tuvo palabras para otras regiones en conflicto, como el Líbano y Siria, donde llamó a la comunidad internacional a orar y a acompañar a las comunidades cristianas que “ansían estabilidad y participación”. También mencionó a Yemen, que atraviesa una de las peores crisis humanitarias prolongadas del planeta.

En otro pasaje del mensaje, Francisco denunció la escalada armamentista global y alertó que la legítima defensa de los pueblos “no puede convertirse en una carrera general al rearme”. En cambio, instó a utilizar los recursos en combate al hambre, desarrollo humano y solidaridad.

Estas son las ‘armas’ de la paz: las que construyen el futuro, en lugar de sembrar muerte”, enfatizó el pontífice.

Finalmente, el Papa pidió a los líderes políticos no ceder a la “lógica del miedo” que genera aislamiento, y les exhortó a derribar barreras políticas y económicas que generan división.