Este fin de semana, dos asteroides de considerable tamaño se acercarán a la Tierra, según informó la NASA. Aunque ambos cuerpos celestes pasarán a una distancia segura, los científicos mantienen especial atención en uno de ellos debido a su mayor tamaño y proximidad relativa al planeta.

El primero de estos asteroides, identificado como 2022 BF2, tiene un diámetro de 98 metros y se espera que pase a unos 5 millones de kilómetros de la Tierra el sábado por la noche, lo que equivale a 13 veces la distancia entre la Tierra y la Luna. Este asteroide orbita el planeta cada tres años, y su próximo acercamiento significativo ocurrirá en el año 2153.

El segundo asteroide, denominado 2024 JV33, es considerablemente más grande, con un diámetro de 189 metros, y se aproximará aún más a la Tierra el lunes, alcanzando una distancia de 4,5 millones de kilómetros. A pesar de su tamaño y cercanía, la NASA ha calificado el nivel de amenaza como bajo.

El 2024 JV33 fue descubierto en mayo de este año, aunque los científicos creen que ha pasado cerca de la Tierra desde al menos 1919. Su próxima aproximación se espera para agosto de 2026. La NASA clasifica como «objetos potencialmente peligrosos» a aquellos asteroides de más de 492 pies (150 metros) que se acercan a menos de 4,6 millones de millas de la Tierra, por lo que el monitoreo de estos cuerpos celestes es constante.

Debido a la gran distancia a la que pasarán estos asteroides, no serán visibles a simple vista. Sin embargo, aquellos interesados en seguir su trayectoria pueden utilizar el rastreador de asteroides en tiempo real proporcionado por la NASA.

Los asteroides son remanentes rocosos del proceso de formación del sistema solar, hace aproximadamente 4.600 millones de años. Tanto 2022 BF2 como 2024 JV33 pertenecen a la clase Apolo, una categoría de asteroides cuya órbita cruza la de la Tierra.

En los últimos años, la NASA ha intensificado sus esfuerzos para estudiar y mitigar la amenaza de posibles impactos de asteroides. Ejemplos de estas iniciativas incluyen la Prueba de Desviación de Asteroide Doble (DART) de 2022, que logró alterar la órbita de un asteroide, y la misión OSIRIS-REx, que recogió muestras del asteroide Bennu y las trajo a la Tierra en 2023 para su análisis.

La preocupación por estos cuerpos celestes no es infundada; los científicos estiman que Bennu, por ejemplo, tiene una probabilidad entre 2700 de colisionar con la Tierra en el año 2182. Estos estudios son cruciales para comprender y prepararse ante la posibilidad de futuros impactos.