Matamoros, Tam.- El Instituto Nacional de Migración (INM), dependiente de la Secretaría de Gobernación, informa que este 6 de marzo quedó deshabitado el campamento ubicado en Matamoros, Tamaulipas, luego de la salida de las últimas 72 personas que vivían en este espacio, instalado desde diciembre de 2019 como apoyo a las y los migrantes que estaban en espera de continuar su proceso de asilo en Estados Unidos.
En este último periodo, 705 personas se alojaron en el campamento que tuvo su origen en el marco del programa de Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), política implementada por el gobierno estadounidense que estableció -a poco más de 72 mil solicitantes de asilo- esperar en México el llamado de las cortes de ese país para dar resolución a sus casos.
A finales de 2019, el INM invitó a las personas migrantes que se encontraban acampando en una plazuela cercana al Río Bravo, a trasladarse a un espacio cerrado, a fin de que contaran con todos los servicios y una habitación digna, como se hizo con las y los migrantes en Ciudad Juárez, Chihuahua, y Tijuana, Baja California, quienes fueron a los centros integradores Leona Vicario y Carmen Serdán, respectivamente.
En Matamoros, rechazaron el ofrecimiento con el argumento que estarían lejos del puente y de la posibilidad de dar celeridad a sus trámites en Estados Unidos.
Aceptaron mover sus casas de campaña a un lugar cercano a la frontera, en el que el instituto habilitó cuatro domos gigantes de 15 por 30 metros, donde se instalaron, así como un quinto domo completamente cerrado que funcionó de comedor. Además, se colocaron tinacos, duchas y sanitarios para mujeres y para hombres, lavabos, electricidad e iluminación permanente.
Con la participación de organizaciones estadounidenses de asistencia humanitaria se creó un comité que mantuvo reuniones semanales para administrar de manera conjunta el espacio, con la finalidad que no faltaran los servicios de alimentación, sanidad y salud, así como seguridad al exterior e interior a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional (GN).
El INM proporcionó, de manera permanente, colchonetas, cobijas, kits de aseo e higiene personal; se brindó comida, atención médica, limpieza y actividades escolares y recreativas a través de Team Brownsville, Global Response Management, Resource Center Matamoros, Angry Tias & Abuelas of the Rio Grande Valley, The Sidewalk School, Bay Area Border Relief y Catholic Charities of the Rio Grande Valley, así como la Jurisdicción Sanitaria del estado y el municipio de Matamoros.
Asimismo, esta autoridad migratoria gestionó la importación temporal de los insumos para que la organización Global Response Management instalara un Hospital COVID-19 dentro del campamento para los casos que pudieran presentarse, los cuales sólo fueron cuatro, no graves, con estancia breve en lugar.
En estas últimas semanas, el INM desplegó también a Agentes Federales de Migración (AFM), Oficiales de Protección a la Infancia y Grupos Vulnerables, así como elementos de Grupos Beta y personal de la Dirección General de Protección al Migrante en las comunidades de Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros, a fin de garantizar su integridad hasta la recepción en Estados Unidos.
Con estas acciones, el Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Migración de la Secretaría de Gobernación, refrenda su compromiso por mantener una política migratoria segura, ordenada y regular, así como humanitaria y de respeto irrestricto a los derechos humanos de las personas en contexto de movilidad.