Los incendios de Palisades y Eaton, en Los Ángeles, al sur del estado de California (oeste), fueron los más destructivos de la historia de la segunda ciudad más grande de Estados Unidos.

Alrededor de 30 personas murieron y miles fueron desplazados de la zona.

Quemaron una superficie de más de 150 kilómetros cuadrados y más de 10 mil viviendas, causando daños cuyo coste se calcula en cientos de miles de millones de dólares.

La empresa meteorológica privada AccuWeather estimó los daños y las pérdidas económicas entre 250 mil y 275 mil millones de dólares.

Cal Fire, el departamento de bomberos del estado, afirmó el viernes en su página web que los dos fuegos estaban controlados al 100%.

Las órdenes de evacuación se habían levantado previamente porque los incendios no suponían una amenaza grave desde hacía varios días.