El fútbol mexicano se tiñó de rojo este sábado luego de que la violencia se desató en las gradas.
Aficionados del Querétaro y Atlas protagonizaron una riña campal que dejó a varias persona heridas.
De acuerdo con las autoridades, varios de los lesionados se debaten entre la vida y la muerte.
En el lugar fue evidente la falta de medidas de seguridad en el estadio Corregidora.