El plan de proyectar imágenes de una carrera de caballos sobre la célebre fachada del Teatro de Ópera de Sydney ha causado una enorme controversia en Australia.
El gobierno de la provincia Nueva Gales del Sur intervino para autorizar la proyección de la publicidad, después de que la directora del teatro Louise Herron expresó su oposición.
Más de 130 mil personas firmaron un plebiscito en los últimos días para pedir que se cancelen los planes de exhibir esa publicidad.
Aunque algunos consideran que la iniciativa podría tener beneficios económicos, otros la denuncian como muestra de un tajante comercialismo que socava el status del teatro como patrimonio cultural mundial.