Brasil.- La jueza brasileña Gabriela Hardt condenó al ex presidente Lula da Silva a 12 años y 11 meses de prisión por delitos de corrupción.
La magistrada es la reemplazante de Sergio Moro, actual ministro de Justicia del país, en la mega causa conocida como Lava Jato.
En este caso la investigación giró en torno al pago de sobornos para la reforma de una casa de fin de semana en Atibaia, San Pablo, que fue financiada por las constructoras OAS, Odebrecht y Schahin.
La Justicia sostiene que el líder del Partido de los Trabajadores recibió un millón de reales (270 mil dólares) por las reformas del inmueble.
No obstante, al igual que en la anterior condena que lo mantiene preso desde abril de 2018, Lula no es dueño de la propiedad.
En este caso, como reseña Estadao, el titular de la vivienda es Fernando Bittar, hijo de un amigo de Lula y exalcalde de Campinas, Jacó Bittar.