Cónclave. Humo negro, resultado primera votación

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En su primera votación y con más de una hora de retraso, los 133 cardenales habilitados para elegir al nuevo Papa no llegaron a un acuerdo, por lo que la fumata fue de color negro.

A partir del jueves 8 de mayo las votaciones diarias serán cuatro, dos por la mañana y dos por la tarde. l
Será hasta que el cardenal elegido alcance 89 votos, es decir -en esta ocasión- las dos terceras partes de los integrantes del Cónclave, cuando el humo será blanco, indicando que ya se eligió a un nuevo Pontífice de la Iglesia Católica.

 

Todos los cónclaves, salvo uno, se han celebrado en Roma o en la Ciudad del Vaticano desde el siglo XV y la tradición de quemar las papeletas de los cardenales remonta a esa época.

Inicialmente, el objetivo era evitar la manipulación de las papeletas. Con el tiempo llegó a utilizarse como una señal, aunque durante siglos sólo significó que la votación no había tenido éxito.

En 1823, el cónclave tuvo lugar en el Palacio del Quirinal -entonces residencia papal- y el cuerpo de guardia debía disparar salvas para anunciar la elección de un nuevo papa.

«Los romanos estaban atentos al humo que salía de la chimenea del Quirinal, pues era la señal convenida» para el disparo de las salvas, explican el vaticanista Javier Martínez-Brocal y el sacerdote José de Jesús Aguilar en su libro «Cónclave: Las reglas para elegir al próximo Papa».

Hasta ese momento, el humo que salía siempre era negro. Sin embargo, en 1914, se tomó la decisión de producir humo blanco para anunciar la elección de un Papa.

 

Para producir el humo, se coloca una estufa de hierro fundido en la Capilla Sixtina, donde se realizan las votaciones. La primera vez que se usó una estufa para la quema de papeletas fue en el cónclave de marzo de 1939.

Mide alrededor de un metro y tiene inscritos en la tapa los años de los cónclaves en los que se utilizó.

Tiene una puerta inferior para encenderla, con una válvula manual para regular la intensidad, y otra superior donde se colocan los documentos para quemar.

Desde 2005, el Vaticano agregó una segunda estufa, conectada a la misma chimenea y donde se queman productos químicos para dar un color más nítido a la fumata, ya sea blanca o negra. La chimenea es colocada en el techo de la Capilla Sixtina. Todas las miradas en la Plaza de San Pedro están fijas en ese punto, a la espera de saber si hay un nuevo Papa.

Humo negro saliendo por la chimenea de la Capilla Sixtina mientras los cardenales votan en el segundo día de cónclave para elegir un papa en la plaza de San Pedro del Vaticano, el miércoles 13 de marzo de 2013. Foto: AP

¿Cómo se produce el color del humo?

Desde 1958 se han utilizado productos químicos para colorear el humo, pero la estufa más reciente -usada por primera vez durante la elección de Benedicto XVI- tiene un ventilador y hace que el humo sea más visible.

La estufa más nueva se activa electrónicamente, pero el Vaticano dice que ha sido probada y que está preparada para enfrentar eventuales dificultades técnicas de última hora.

«Uno de nuestros técnicos expertos, encerrados en el cónclave, permanecerá durante toda la votación en una pequeña sala técnica cerca de la Capilla Sixtina con el mando a distancia de la estufa», dijo Silvio Screpanti, subdirector de Infraestructuras del Vaticano, en una entrevista.