La reforma contempla que en materia de transmisión y distribución de energía eléctrica el Estado permitirá la participación de las empresas privadas, pero en ningún caso tendrá prevalencia sobre la Comisión Federal de Electricidad que además dejará de ser empresa productiva del Estado para convertirse en una empresa pública del Estado.
La reforma es un segundo intento en la materia, pues en el año 2021, el expresidente Andrés Manuel López Obrador planteó una reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, que fue aprobada en marzo de ese año, pero que más tarde fue invalidada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) al considerar que “vulnera los principios de competencia, libre concurrencia y desarrollo sustentable” de la industria establecidos en la Constitución desde 2013.
“El Estado queda a cargo de la transición energética y utilizará, de manera sustentable, toda fuente de energía de las que dispone la nación con el fin de reducir las emisiones de gases y componentes de efecto invernadero, para lo que establecerá las políticas científicas, tecnológicas e industriales necesarias para la transición energética y otros impactos ambientales”, contempla también la propuesta.
Otro punto destacable es que no constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en el área estratégica del “servicio de Internet que provea el Estado y el litio”.