Nueva York.- Rafael Caro Quintero, cofundador del extinto Cártel de Guadalajara, se declaró inocente este viernes ante un tribunal en Brooklyn, donde enfrenta cargos por tráfico de drogas que podrían derivar en pena de muerte.

Caro Quintero, de 71 años, fue uno de los 29 presuntos miembros del crimen organizado extraditados a Estados Unidos el jueves, en una de las mayores entregas de criminales en la historia reciente de México. Junto a él, también compareció Vicente Carrillo Fuentes, exlíder del Cártel de Juárez, quien igualmente se declaró inocente.

Una audiencia con fuerte presencia de autoridades

La comparecencia de Caro Quintero ante el juez Robert Levy se llevó a cabo bajo un impresionante operativo de seguridad, con la presencia de más de un centenar de agentes de la DEA, miembros del Departamento de Justicia de EE.UU. y numerosos periodistas internacionales.

El histórico narcotraficante habló en español con su abogado defensor, Michael Vitaliano, y con un intérprete antes de escuchar los cargos en su contra.

“Buenas tardes, señor”, le dijo el juez Levy en inglés y español. “Buenas tardes”, respondió el capo, antes de que su abogado presentara la declaración de no culpabilidad.

Acusaciones y postura de EE.UU.

El fiscal del caso, Saritha Komatireddy, recordó que Caro Quintero es señalado como el autor intelectual del asesinato del agente de la DEA Enrique «Kiki» Camarena en 1985 y subrayó que su captura pone fin a décadas de impunidad.

Después de 40 años, el señor Quintero, quien asesinó al agente de la DEA, está ante la Justicia estadounidense. Huyó durante años en las zonas rurales de Sinaloa, pero la Justicia de EE.UU. nunca olvida”, afirmó la fiscal.

Por su parte, la Casa Blanca calificó al capo como «uno de los jefes de cárteles más malvados» y recordó que el presidente Donald Trump firmó recientemente una orden ejecutiva que clasifica a varios cárteles mexicanos como organizaciones terroristas.

México y las extradiciones en medio de tensiones comerciales

La entrega de Caro Quintero y otros capos ocurrió en un contexto de tensiones entre México y EE.UU., a solo días de que venza el plazo del 4 de marzo fijado por Trump para aplicar aranceles del 25% a productos mexicanos, en represalia por lo que considera un avance insuficiente en la lucha contra el fentanilo y la migración ilegal.

Los abogados defensores de los extraditados han denunciado que México violó procedimientos legales, calificando la expulsión de los acusados como «destierros forzados». En el caso de Caro Quintero, su equipo legal argumentará que la extradición no se llevó a cabo conforme a derecho.

Mientras tanto, el exlíder del Cártel de Guadalajara enfrentará su proceso judicial en EE.UU., donde el gobierno busca una condena que podría ser definitiva.