Por Carlos Sarmiento
Una directora ejecutiva, pone en riesgo su carrera y su familia cuando comienza un apasionado romance con un becario mucho más joven que ella, de eso trata Babygirl, un thriller erótico.
¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para cumplir deseos y fetiches que ni siquiera sabías que existían en ti? Esa es la inquietante premisa de Babygirl, que narra la historia de una esposa que nunca ha tenido un orgasmo con su marido, una mujer que busca no solo experimentar, sino satisfacerse sexualmente.
Protagonizada por Nicole Kidman (ganadora del Oscar a Mejor Actriz 2003), narra la vida de una mujer atrapada en la rutina. A pesar de tener una vida aparentemente perfecta, su relación con su esposo, (Antonio Banderas) está marcada por la frustración y la insatisfacción. Banderas hace lo suyo, gran interpretación como padre de familia, que siempre ve por el bienestar de sus hijas y su mujer. Un hombre fiel, pero que no identifica problemas maritales, ni las necesidades de su mujer.
Todo cambia cuando entra en escena un joven pasante, interpretado por Harris Dickinson, quien despertará en ella, pasiones y deseos que nunca había reconocido, ni siquiera con su propio marido. Su decisión de entablar una relación con él, más que un intento de salir de la rutina, es de explorar nuevas experiencias sexuales, aunque eso implique arriesgar a su familia y su carrera.
La actuación de Nicole Kidman, le valió el premio a Mejor Actriz en el Festival de Cine de Venecia, y es que no solo su presencia impone en pantalla, sino su temple y su carácter, conforman una poderosa interpretación. Kidman logró transmitir vulnerabilidad y fuerza al mismo tiempo, un resultado sorprendente y perturbador a la vez.
¿Las mujeres con poder, se deben comportar de cierta manera?
Es una pregunta a la que se enfrenta la protagonista, luego de que una colaboradora de la empresa, la cuestionara al darse cuenta de la relación que mantiene con el practicante. La incomodidad de este juicio social resuena en toda la película, mientras vemos cómo la tensión entre lo que Romy desea, y lo que se espera de ella como mujer exitosa, se intensifica.
Detrás de esta intrigante trama, dirige, escribe y coproduce Halina Reijn, una de las directoras más prometedoras de la cinematografía en Países Bajos, conocida por su trabajo en el cine de suspenso psicológico.
Hablemos de Harris Dickinson:
El actor inglés de 29 años, se coloca como todo lo prohibido que se desea. Como becario, es el medio por el cual Romy libera sus deseos más ocultos. Dickinson sorprendió en Triángulo de la tristeza (2022) con un papel más pequeño, pero trascendente. Ahora, su personaje se impone y puede ser deseado por más de una o de uno, donde las “buenas costumbres”, quedan fuera de sus planes privados. Como dijera el meme de Michael Jackson: ¿pero quiénes somos nosotros para juzgar?
Este trío en pantalla es una invitación y reflexión al deseo, la química entre Kidman y Dickinson, como con Banderas, es muy acertada. Babygirl es lo más parecido a lo que hizo Nicole Kidman en Ojos bien cerrados, pero aquí explota y explora más al personaje. Una película no apta para menores, ni para gente tan cerrada mentalmente. Ya está en todos los cines… ¡Que la disfrutes!
TRAILER:
Cineteando en:
