El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) respondió a las recientes declaraciones de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, quien había manifestado su oposición a la reforma judicial impulsada por el Ejecutivo.
Durante su conferencia matutina, el mandatario aseguró que la reforma no busca destruir el Poder Judicial, sino limpiarlo de la corrupción que, en sus palabras, lo ha dejado «podrido».
“Con la reforma judicial no se va a destruir nada, sino todo lo contrario», afirmó López Obrador, subrayando la necesidad de aplicar una reestructuración similar a la que, según él, se ha hecho en los Poderes Ejecutivo y Legislativo.
Estas declaraciones fueron una respuesta directa a la ministra Piña, quien propuso una reforma alternativa al Poder Judicial y rechazó la idea de una «demolición» del sistema judicial.
En su intervención, López Obrador reiteró su postura de que el Poder Judicial debe ser reformado profundamente para eliminar lo que considera prácticas corruptas. Afirmó que la ministra Norma Piña, al igual que otros opositores a la reforma, tiene derecho a manifestar sus opiniones, pero insistió en que es urgente una «limpieza» en el sistema judicial mexicano.
“Se requiere que haya legalidad y un verdadero Estado de Derecho, para que el Poder Judicial no proteja a nadie más que al pueblo, y a quienes demandan justicia de manera legítima», señaló el presidente. Recalcó que la corrupción impera en este poder y que una transformación es imprescindible.
Por su parte, la ministra presidenta Norma Piña presentó una propuesta de reforma judicial alternativa, que pone énfasis en el fortalecimiento de la carrera judicial y en cambios a las políticas de seguridad pública. Piña aboga por la desmilitarización de la seguridad y su reorientación hacia un modelo más civil y participativo. Además, su propuesta incluye la eliminación del arraigo y la prisión preventiva oficiosa, así como la armonización de la tipificación del delito de feminicidio en los códigos penales estatales.
Entre otras propuestas, la ministra sugiere incrementar el número de jueces en las entidades con menos presencia judicial, priorizando aquellas con más necesidades territoriales.
A pesar de las protestas y el rechazo de diversos sectores, la reforma judicial promovida por López Obrador ha avanzado en el Senado. Durante el fin de semana, las comisiones de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos aprobaron el dictamen sin cambios respecto a la versión enviada por la Cámara de Diputados.
El próximo 10 de septiembre, el dictamen será leído en el Pleno del Senado, y su votación está programada para el 11 de septiembre.
Las reservas propuestas por legisladores de diferentes partidos fueron rechazadas en su totalidad. Con 24 votos a favor y 11 en contra, la mayoría parlamentaria —compuesta por Morena, el PT y el PVEM— respaldó el dictamen, mientras que PAN, PRI y Movimiento Ciudadano votaron en contra.