En estos días, la constante en algunas expresiones humanas está plasmada la idea de que el mundo va rumbo al desastre y que no hay remedio para detener esta trayectoria.
Esta noción también se halla en algunas disciplinas artísticas, una de las más recientes sucede con la trama de la película “No mires arriba”, (2021, Adam McKay), cuyos personajes protagónicos, encarnados por Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence, hacen esfuerzos por advertir al mundo sobre la llegada de un meteorito que destruirá la Tierra.
Esa “sensación de no futuro” permea no solo en el cine, sino que también se encuentra en las artes plásticas y la música, advirtió la filósofa Amelia Valcárcel en el seminario “Apocalipsis: imágenes, músicas y relatos del fin del mundo”, invitada por la Cátedra Alfonso Reyes, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Monterrey.
“Vivimos un tiempo extraño, lleno de maravillas, lleno de desafíos… Tiene todas las trazas de poder ser un buen tiempo apocalíptico”, afirmó Valcárcel, también vicepresidenta del Museo del Prado, en el arranque del seminario que ofreció durante dos días.
“Primero, de Oriente nos llegó la peste; el enorme virus se extendió por todo el planeta y nos hizo sentir uno de los grandes fantasmas. Después de la peste siempre llega el hambre y después del hambre, la carestía”, mencionó.
En el seminario abordó cómo es que desde sus orígenes, la civilización occidental ha imaginado la idea del fin del mundo para orientar sus acciones.
Las diferentes épocas han contemplado la posibilidad del fin de los tiempos desde diversas ópticas y lenguajes.
A lo largo de dos días, Valcárcel dialogó con los participantes y expuso algunos pasajes del libro que relata acontecimientos los últimos días, lo que no es tan corriente y en donde se narra la enorme cantidad de elementos simbólicos presentes en la pintura, en la música y en el cine.
La clásica imagen del tríptico del Juicio Final de El Bosco, los frescos de Miguel Ángel Buonarroti que se aprecian hasta hoy en las bóvedas de la Capilla Sixtina en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, las pinturas de Van Eyck que refieren al tema de los últimos días, fueron mostradas por Valcárcel para ejemplificar el Apocalipsis en el arte.
Igualmente enseñó escenas de cintas como “El Planeta de los Simios”, “La Guerra de los Mundos”, “El Día Después de Mañana”, entre otras, lo mismo que hizo sonar algunas notas de “Así Habla Zaratustra”, de Richard Strauss y “Réquiem”, de Mozart, en una contundente muestra del tema del fin de los tiempos en el arte.
En su charla, Valcárcel dijo que es alucinante entrar al Twitter para observar el “oleaje” de las cosas y darse cuenta de cómo existen cientos de entradas hallarse con escritos de usuarios de esta red que refieren a una conciencia sobre “el final”, en la que parece que la humanidad se dirige al desastre y en donde nadie, aparentemente, hace algo por cambiar el rumbo.
“Esta persona nos hace una revelación espontánea y bien articulada de la que probablemente no sepa que es la número ‘sabe Dios’ que se hace en la historia humana, esta conciencia de que el mundo está llegando a su final, que no merece que nadie va a poder parar ese final, que la bestia está desatada, que barrerá con su cola la Tierra y la gente no se da cuenta y todavía hace planes de compra. Es la sensación del no futuro”, mencionó.
“El apocalipsis es precisamente eso, nos quiere meter en la sensación de que no hay futuro, esto es especialmente difícil, cuando no grave, en el caso de un mundo como el nuestro que pivota sobre el futuro y así todos los mundos que nos han precedido, no tenían su visión en el futuro, lo tenían en el pasado. El pasado era probablemente lo mejor que había sucedido en el mundo”, explicó la filósofa.
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