Este miércoles 18 de diciembre marcó el cierre de un capítulo para Sergio Pérez y Red Bull Racing. A través de un comunicado oficial, la escudería austriaca confirmó la salida del piloto mexicano tras cuatro años de colaboración, rompiendo un contrato que inicialmente se extendía hasta 2026.
La llegada de Pérez a Red Bull en 2020 fue resultado de una trayectoria destacada y una victoria crucial en Shakhir, cuando parecía que su carrera en la Fórmula 1 estaba cerca de terminar. Desde entonces, el tapatío se consolidó como un pilar clave para el equipo, logrando cinco victorias, incluyendo el icónico Gran Premio de Mónaco, además de desempeñar un papel importante en el éxito del equipo durante el dominio de Max Verstappen.
Tras el anuncio, Pérez compartió un emotivo mensaje en sus redes sociales acompañado de un video recopilatorio de sus mejores momentos en Red Bull:
“Estoy sumamente agradecido por los cuatro años con Red Bull Racing y por la oportunidad de correr con un equipo increíble. Manejar para Red Bull ha sido una experiencia inolvidable y siempre atesoraré el éxito que logramos juntos. Rompimos récords, alcanzamos grandes logros y tuve el privilegio de conocer a tanta gente maravillosa en el camino”.
Aunque su salida genera preguntas, Pérez dejó entrever su intención de volver a la Fórmula 1. Con rumores que lo vinculan a Cadillac y el proyecto de Andretti para 2026, el mexicano podría encontrar una nueva oportunidad en la máxima categoría.
Por ahora, la relación entre Pérez y Red Bull ha llegado a su fin, pero su impacto en el equipo y su legado como uno de los mejores pilotos mexicanos en la Fórmula 1 permanecerán en la memoria de los aficionados.
La salida de Pérez representa también un movimiento estratégico para Red Bull, que busca seguir reforzando su dominio en la Fórmula 1. Aún no se han anunciado oficialmente los planes del equipo para ocupar el asiento que deja el mexicano, pero se espera que su reemplazo complemente el liderazgo de Verstappen.