Este miércoles comenzó el segundo juicio político contra el expresidente de Estados Unidos, Donal Trump.
El representante demócrata por Maryland Jamie Raskin, principal portavoz de la acusación contra Donald Trump ha abierto la segunda sesión del juicio político contra el expresidente acusándole de ser el «incitador en jefe» de los disturbios del pasado 6 de enero y descartando que fuera un «espectador inocente».
«Demostrarán que Donald Trump renunció a su papel de comandante en jefe y se convirtió en el incitador de una peligrosa insurrección. Fue la mayor traición al juramento presidencial en la historia de Estados Unidos”, indicó Raskin en sus declaraciones ante el Senado.
Los fiscales de la Cámara baja acusaron también al mandatario de usar la violencia para mantenerse en el poder.
Los demócratas mostraron videos de seguridad nunca antes vistos del incidente del 6 de enero, cuando simpatizantes del Mandatario irrumpieron en el Capitolio mientras se certificaba la victoria presidencial de Joe Biden.
«En repetidas ocasiones, durante meses, les dijo (a sus seguidores) que lucharan por un propósito específico. Les dijo que les robaron la victoria, que las elecciones estaban amañadas y que su deber patriótico era luchar para ‘detener el robo'», indicó el representante por California Eric Swalwell, que funge como uno de los fiscales.
«Y cuando estaban preparados, enojados y listos para pelear, él escaló y canalizó su rabia con un llamado a las armas: Preséntese el 6 de enero, en el momento exacto en que los votos del pueblo estadounidense estaban siendo contados y certificados, y luego marchen hacia el Capitolio y ‘luchen como el infierno'».
Los «fiscales» demócratas y la defensa de Trump tienen un máximo de 16 horas a lo largo de dos sesiones para exponer su caso y convencer a los senadores de que el ex gobernante es culpable o inocente del cargo de incitación a la insurrección.
Dos votaciones previas en el Senado muestran que sólo 6 de los 17 republicanos necesarios para condenar al Presidente apoyan el procedimiento, por lo que es muy probable que libre el juicio.
Aunque Donald Trump ya no está en el cargo, de ser condenado podría impedírsele que ocupe cualquier cargo federal, aunque no está claro si también implica para la presidencia.