Por: Jorge Maldonado Díaz
Ante la grave situación que se vive en materia de transporte, el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas pidió al Gobierno del Estado apoyar a los municipios a salir de la crisis de movilidad.
El edil dijo que era urgente la llegada las nuevas unidades a la brevedad para solucionar el problema que tanto está afectando a los ciudadanos.
Argumento que como administraciones municipales no tienen la suficiencia presupuestal para iniciar un programa de rutas para subsanar la crisis de movilidad.
“El propósito de toda esta discusión es darle movilidad a la gente y lo que le pido a todos los involucrados es que no se olviden de la gente, que al final del día son las personas los que ocupan el transporte, yo estoy dispuesto a trabajar en lo que se pueda”.
“Necesitamos todos los Alcaldes el respaldo de la autoridad estatal, de las federales y, sobre todo, el cumplimiento de los proveedores, porque al final del día qué culpa tiene la gente que sí me cumple”.
“No quitemos el dedo del renglón, mover a las personas es la prioridad, más allá de las riñas políticas que se puedan dar, no se trata de política, se trata de movilidad, lo que deben hacer es asegurar que las unidades lleguen”.
“Nosotros no tenemos actualmente la suficiencia presupuestal para iniciar un programa así como el de San Nicolás, quizás hasta el próximo, pero esperemos que de aquí al próximo año esto se solucione, porque no nos aguanta más meses la situación así”, manifestó.
Colosio Riojas señalo que los municipios no aguantarán muchos meses con una situación así.
Planteo que quizás en la próxima mesa de Coordinación Municipal podrían exponer el tema.
Lo anterior lo dijo, toda vez que a diario los usuarios siguen padeciendo un infierno cada que abordan el transporte público pues se enfrentan a diferentes factores como la tardanza de las unidades, el faltante de las mismas y las pésimas condiciones en las que opera la mayoría.
Las denuncias que se reciben son de usuarios que tardar casi una hora esperando el camión y más de dos horas en llegar a sus fuentes de empleo o a sus casas, por la falta de un transporte público más eficiente.