Por Alma De la Rosa Flores
Muchos haitianos buscan el sueño americano a su paso por Nuevo León, pero Gerald y Wilmene aseguran que van a Estados Unidos, porque una cirugía pudiera devolverle la salud a su hija Mary Jean.
“Me estoy acercando aquí a la COMAR (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados) y a la Migración por si podían a ayudar con un permiso para llegar allá porque la niña quiere comer, pero no puede, solamente come cosas sólidas, no cosas duras, porque le hace difícil cuando va a hace sus necesidades, tiene seis meses nace con eso, los doctores dicen que tienen que operarla lo antes posible”, dijo su padre Gerald Jerome.
Tras salir en el 2017 de Haití, con casi cuatro años de vivir en Chile, esta familia emprendió la travesía que comenzó en Colombia pasando por varios países hasta llegar el 2 de septiembre a China, Nuevo León, México.
“Allá en Chile trabajaba aseo, hacía limpieza igual mi esposa, de eso vivía allá, pero por los papeles (es difícil) si no tienes documentos no te dan trabajo, no tienes una vida normal, no puedes alquilar una casa para vivir, la vida es muy difícil, Nosotros salimos de Colombia, Panamá, Ecuador, pasamos por Costa Rica, Guatemala llegamos a México, así es como hicimos el recorrido”, explicó.
Luego de vivir en Chile, Gerald Jerome, de 34 años viajo a Acuña para cruzar hacia la Unión Americana, porque parte de su familia lo espera allá, pero de no lograrlo pediría refugio en México.
“Mi idea es llegar allá, el Estado de aquí tiene que hacer algo con uno, porque yo estoy de paso, no me vengo a quedar, ahora como estoy si me dan refugio bien, si no puedo cruzar, pero si hay forma, me voy porque allá tengo familia y personas que me pueden ayudar con la niña es lo que yo busco, si no pasa eso, tendré que quedarme aquí”, dijo.
Entre el llanto de Mary Jean, su madre Wilmene Feinor, de 23 años dice que su paso por México ha sido difícil, pues policías de Acuña, Coahuila le arrebataron a la pequeña y separaron de su esposo.
“No quería dejarla (a su hija) porque toma pecho y le dije a la policía que me agarrará pero que buscara a mi marido que estaba adelante y no me hicieron caso y agarraron fuerte, me empujaron y cuando llegué aquí (a Nuevo León).
“Fue el domingo que yo encontré a mi bebé, ya tenía gripe, estaba enferma, la garganta le dolía de tanto llorar, venimos aquí por un permiso porque nos están esperando en la frontera de allá, una señora que trabaja en migración de Estados Unidos que puede ayudarnos, pero del otro lado, no aquí”, aseguró.
Ahora más que el sueño americano estos haitianos esperan que la ayuda que le ofrece su familia en Estados Unidos para dar salud a la pequeña se pueda realizar.