El Gobierno de Monterrey en coordinación con Conarte, presentó este martes la restauración de uno de los primeros murales del artista mexicano Guillermo Ceniceros, realizado en el año 1962 en la biblioteca de la ciudadela asentada en el centro de esta capital, en los cruces de las avenidas Juárez y Tapia.
Los trabajos de rehabilitación de la obra titulada “Alegoría de la Educación” estuvieron a cargo del restaurador jalisciense Gustavo Alemán Castañeda y cuenta con la anuencia de su autor.
La Tesorera Municipal, Rosa Lorena Valdez Miranda, se manifestó complacida por las acciones a favor del mural que dijo, podrán conocer las nuevas generaciones.
“Estamos convencidos de que el fortalecimiento de valores culturales, nos permiten colocar los cimientos para que la población desarrolle su vida cotidiana con sentido de identidad y sobre todo de orgullo, lo que hace posible el desarrollo más armónico y objetivos más claros dentro de nuestra sociedad” afirmó.
Además, reconoció que el esfuerzo del estado y el municipio para recuperar nuestro patrimonio cultural enfatiza el interés de conformar sociedades más participativas, sensibles e incluyentes
En la convocatoria del Fideicomiso para la Conservación del Patrimonio Cultural del año pasado (FIDECULTURAL) Monterrey presentó el proyecto de dicho mural, para rescatar lo que se considera uno de los trabajos más simbólicos del muralista mexicano, quien fuera discípulo del maestro David Alfaro Siqueiros.
La “Alegoría de la Educación” fue el primer mural en espacios públicos que Guillermo Ceniceros hizo en su carrera, ganando un certamen convocado por el Ayuntamiento de Monterrey en la década de los 60’s.
La obra, con casi 60 años de creada, presentó una densa película de polvo graso adherido, grietas y fisuras sobre la superficie, marcas de filtraciones de humedad y golpes.
Desde el 2010, Conarte había intentado intervenir en esta pintura y ahora con el fideicomiso y un trabajo de tres meses se logró rehabilitar el mural.
Antes de iniciar la restauración se analizó el deterioro, se identificó la técnica pictórica, se corrigieron las filtraciones de humedad procedentes de los muros exteriores y luego se procedió a la limpieza mecánica y química de toda la superficie, la consolidación de capa pictórica, resane, reintegración cromática con materiales compatibles al original y la aplicación de capa protectora, informó el restaurador.
“Esta obra es importante no solo para Monterrey, sino para la plástica nacional, el maestro Guillermo Ceniceros es uno de los grandes de la plástica mexicana y la ciudad de Monterrey debe estar orgullosa de tenerlo, en la ciudad hay otras piezas, pero esta fue la primera, entonces tiene una relevancia aún mayor” finalizó Gustavo Alemán.
El mural se plasmó directamente con pintura acrílica sobre un soporte de yeso en el cubo de la escalera que conecta las dos plantas del edificio, mide ocho metros de altura, con una longitud de nueve metros para un área total de 72 metros cuadrados, son cuatro muros y el techo, y está compuesto por imágenes que reflejan los intereses educativos que se buscaban tras la revolución.
En la presentación de los trabajos estuvieron presentes autoridades municipales y estatales de Conarte.