Monterrey, NL.- La jornada para cada brigadista empieza a las 4:00 de la madrugada y generalmente termina hasta las 21:00 horas. Muy temprano descongelan los termos, revisan la red de frío, reciben las vacunas y preparan las células de distribución en los centros de vacunación.
La voluntad de servir y poder llevar la inmunización a cada esquina de Nuevo León no es el único aliciente con el que más de 870 brigadistas universitarios cuentan, los rostros de agradecimiento y tranquilidad de los adultos mayores, y ahora del personal del sector educativo, son también un estímulo.
Algunos de ellos son médicos del Hospital Universitario “Dr. José Eleuterio González”, otros son residentes, pasantes o estudiantes de las facultades de Medicina, Enfermería o de la Preparatoria Técnica Médica. Todos son universitarios de la UANL.
Más de 500 mil adultos mayores, residentes de los 51 municipios del Estado, y más de 30 mil profesionales médicos han recibido la primera dosis; en estos días el personal del sector educativo está vacunándose, y se alistan ya los adultos de entre 50 y 59 años. Una gran cantidad de esas inmunizaciones las han aplicado los brigadistas universitarios.
Vacunación a los docentes
Esta semana comenzó la vacunación de los maestros y personal administrativo del sector educativo de todo el estado. La Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) ha apoyado esta campaña de salud proporcionando equipo humano, tecnológico y de infraestructura en el módulo instalado en Ciudad Universitaria, específicamente en el Polideportivo FIME de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica.
Abel Guzmán López, Subdirector de la Torre de Alta Especialidad y Medicina Avanzada (AEMA), lidera las brigadas universitarias que participarán en los distintos municipios de Nuevo León en la aplicación de la inmunización.
Comentó que desde el 15 de marzo participan en la inoculación, que es coordinada por la Secretaría de Salud y en la cual también participa la UANL, el IMSS, el ISSSTE, la Sedena y, recientemente, el ITESM.
“Aunque es muy cansado, nos vemos muy contentos cuando vemos a las personas mayores, y ahora a maestros y empleados de la educación, ya vacunados. Se siente muy bonito ayudar a nuestra gente”, dijo Guzmán López.
Horas intensas para personal
La logística que siguen las vacunas desde que las traslada la Sedena es detallada. Se preparan los termos, se monitoriza la temperatura, se trasladan y se aplican. Es una labor muy precisa, explicó Carmen González, Jefa de Enfermería del Hospital Universitario.
Explicó que a las 4:00 horas que llegan los brigadistas comienzan a preparar los termos que contienen el congelante que servirá para modular la temperatura entre dos y ocho grados centígrados en que deben estar las vacunas.
Ellos tienen que verificar todo el tiempo la temperatura. En una célula de distribución hay en promedio 12 termos en servicio y dos más de repuesto.
“Cada vacuna tiene su capacitación establecida, hay vacunas que se reconstituyen y otras que ya vienen directas. [Los brigadistas] reciben una capacitación sobre el tipo de vacuna y la red de frío”, destacó González.
En eso coincidió el estudiante de medicina Rolando Flores, y añadió que él y otros compañeros atienden en el filtro a los que no es recomendable aplicarles la vacuna, especialmente a adultos mayores, y que necesitan el diagnóstico de un médico experimentado.
“Todo ha sido muy positivo, no nos han tocado pacientes con reacciones adversas severas. Todo ha estado muy tranquilo. Fuimos capacitados, pero es algo nuevo, de esta enfermedad no sabíamos qué esperar”, puntualizó el alumno de la Facultad de Medicina de la UANL.