Monterrey, NL.- “Para cambiar el mundo hay que convertirnos todos en hacker”, manifestó la Dra. Irene Soria Guzmán, representante de Creative Commons México en su conferencia Se buscan hackers para cambiar el mundo, que ofreció como parte del programa reflexivo del Laboratorio Cultural Ciudadano LABNL y trasmitido por CONARTE a través de Facebook Live.
“Un hacker es una persona que disfruta de aprender los detalles de los sistemas de programación y cómo aumentar sus capacidades, pero también es un experto o entusiasta de cualquier tipo, podría ser un hacker en astronomía; tiene necesidad de aprender cómo funcionan las cosas para poder cambiar, modificar algo, hay un tema de aprendizaje y un saber hacer”, expresó la Consultora, académica, diseñadora y activista del movimiento del software y cultura libre y autora y coordinadora del libro Ética hacker, seguridad y vigilancia.
“La idea de buscar hackers para cambiar el código del mundo, es porque nos urge pensar el código abierto de la tecnología y verlo también desde el enfoque social. Y no solo porque es lo de hoy, pensar en datos, en algoritmos o en la forma de hacer tecnología, sino que es importante que comencemos a hacer tecnología centrada en la gente y no en el negocio”, señaló en este Diálogo abierto a la comunidad.
“Y no es que estemos en contra de los negocios, sino que no sea el centro nada más, que los datos no solamente sean utilizados para ver qué película te voy a vender o que artículo vas a querer comprar, que este torrente de información no sea solo a beneficio de unos pocos”, señaló.
Por eso – dijo- me parece importante que pensemos en hacernos hackers o replantearnos el término desde nuestras propias experiencias, debemos apropiarnos del término.
“La propuesta es, en este panorama de crisis, de pandemia, que reflexionemos sobre este término y vayamos a ser hackers, no necesitamos saber de cómputo o aprender de programación, la propuesta es hacerlo desde el espíritu, la actitud del hacker, de hacer, comprender los procesos y mirarlos desde otros lugares como lo han hecho otras disciplinas como las Ciencias Sociales, la Comunicación, los abogados, conocer cómo funcionan estos procesos nos ubicará en otros lugares, y nos puede poner en el camino a modificar”, expresó.
Hay que cambiar el mundo
“Hay que pensar en mundos posibles, o imaginarnos otros mundos posibles”, manifestó Irene Soria.
“Nos han dicho que no es posible y por muchos años pensé que la utopía era algo inalcanzable, que no existía y en realidad no es eso, la utopía es algo que cuesta más trabajo, hay que caminar más hacia allá”, expresó.
“Me parece que estos tiempos de crisis, en los que estamos ahora encerrados, es necesario nuestra capacidad de imaginar y tratar de soñar en cómo podríamos cambiar el mundo”, apuntó.
Hombres y mujeres que cambiaron el mundo
Aron Swartz, quien fue programador, emprendedor, escritor, activista político y hactivista de Internet.
“Él estuvo involucrado en controversias hace algunos años, porque apelaba a la libertad del conocimiento y puso en entredicho todas estas prácticas del empresas y consorcios tecnológicos, que lucraban con el conocimiento de investigadores y tenías que pagar para poder acceder a estos textos”, señaló.
“Jonas Salk, investigador médico y virólogo estadunidense reconocido por su aporte a la vacuna contra la poliomielitis. Cuando le preguntaron de quién era la patente y de todas las ventajas que se iban a obtener, él dijo que no iba tener patente la vacuna, porque era absurdo; esta es una controversia que tenemos que retomar y que tiene que ver con la apertura del conocimiento y con la ideología del hacer”, expresó.
“Otro ejemplo es Alejandra Elbakyan, desolladora de software y neurocientífica de Kazajistán, conocida por haber fundado en el 2011 el proyecto Sci- Hub, una web que brinda acceso gratuito a más de 60 millones de artículos científicos recientes”, señaló.
“Y la mexicana Paola Villarreal desarrolladora de Augmented Narrative Toolkit (ANT) usado en Data for Justice que ayudó a revertir más de 20 mil sentencias que demostraron ser por sesgo racial en Boston”, apuntó.