Reino Unido
Estudios de laboratorio determinaron que el azúcar manosa, sumplemento nutricional, puede retardar el crecimiento del tumor y mejorar los efectos de la quimioterapia en ratones con múltiples tipos de cáncer.
La manosa es azúcar simple natural, que se puede encontrar en pequeñas cantidades en una variedad de frutas y vegetales, como melocotones, manzanas, naranjas, arándanos, repollo, brócoli o berenjena, entre otros.
Los tumores utilizan más glucosa que los tejidos normales y sanos. Sin embargo, es muy difícil controlar la cantidad de glucosa en su cuerpo solo con la dieta. En este trabajo, los investigadores encontraron que la manosa puede interferir con la glucosa para reducir la cantidad de azúcar que pueden usar las células cancerosas.
«Los tumores necesitan mucha glucosa para crecer, por lo que limitar la cantidad que pueden usar debería retardar la progresión del cáncer. El problema es que los tejidos normales también necesitan glucosa, así que no podemos eliminarla completamente del cuerpo», explica el autor principal del estudio, Kevin Ryan, profesor del Instituto Beatson de Investigación de Cáncer de Reino Unido.
«En nuestro estudio, encontramos una dosis de manosa que podría bloquear la glucosa suficiente para retardar el crecimiento del tumor en ratones, pero no tanto como para que los tejidos normales se vieran afectados. Esta es una investigación inicial, pero se espera que encontrar este equilibrio perfecto signifique que, en el futuro, se podría administrar manosa a los pacientes con cáncer para mejorar la quimioterapia sin dañar su salud en general», agrega.
Los resultados del trabajo, que fue financiado por ‘Cancer Research UK’ y ‘Worldwide Cancer Research’, se publican este miércoles en ‘Nature’.
Los investigadores examinaron primero cómo respondían los ratones con cáncer de páncreas, pulmón o piel cuando se añadía manosa a su agua potable y se administraba como un tratamiento oral. Encontraron que agregar el suplemento redujo significativamente el crecimiento de los tumores y no causó ningún efecto secundario obvio.
MEJORA DE LOS EFECTOS DE LA QUIMIOTERAPIA
Para probar cómo la manosa también podría afectar el tratamiento del cáncer, se trató a los ratones con cisplatino y doxorrubicina, dos de los fármacos de quimioterapia más utilizados. Detectaron que la manosa mejoró los efectos de la quimioterapia, disminuyendo el crecimiento del tumor, reduciendo el tamaño de los tumores e incluso aumentando la vida útil de algunos ratones.
También se investigaron otros tipos de cáncer, como leucemia, osteosarcoma, cáncer de ovario e intestino. Los científicos cultivaron células cancerosas en el laboratorio y luego las trataron con manosa para ver si su crecimiento resultaba afectado. Algunas células respondieron bien al tratamiento, mientras que otras no. También se vio que la presencia de una enzima que descompone la manosa en las células era un buen indicador de cómo de efectivo era el tratamiento.
«Nuestro siguiente paso es investigar por qué el tratamiento solo funciona en algunas células, para poder determinar qué pacientes pueden beneficiarse más de este enfoque. Esperamos comenzar ensayos clínicos con manosa en personas tan pronto como sea posible para determinar su verdadero potencial como una nueva terapia contra el cáncer», adelanta el profesor Kevin Ryan, quien considera que es importante que se realicen más investigaciones antes de que se pueda usar la manosa en pacientes con cáncer.