Tres generaciones de alfareras conversarán sobre el papel y el valor de la mujer en la alfarería, la economía familiar, la transmisión de los conocimientos de madre a hija y sobre sus historias personales como artesanas exitosas, en la conferencia
Herederas y creadoras. Las mujeres del barro, el martes 19 de enero a las 18:00 horas en el Facebook de 3 Museos.
En la charla participan artesanas de dos comunidades de Santa Ma. Atzompa: Francisca Ocampo Ortiz, Carolina Ortiz Guerrero y Vianney Ruiz Ocampo; y de Río Blanco Tonaltepec: Margarita Cortés y Marisela Ortiz Cortés, además Kythzia
Barrera Suárez, de Innovando la tradición será la moderadora de este encuentro generacional.
Las comunidades donde habitan las artesanas tienen características particulares en la forma de procesar el barro con técnicas que se han perfeccionado por generaciones, señala Eric Mindling, en su libro “Barro y fuego. El arte de la alfarería en Oaxaca. México”.
Con unos 450 domicilios, Santa María Atzompa es el segundo pueblo alfarero de importancia en Oaxaca, la alfarería de esmalte verde que ahí se produce se distingue por su acabado vítreo, verde o ámbar que la hace menos porosa y fácil de limpiar.
Esta producción data de hace 2000 años, denota una fuerte influencia española que es visible en la forma de los objetos, los hornos y esmaltes que mezclan sílice, cobre y plomo y que sólo se encuentra en Atzompa y en los talleres de la capital.
Las formas y modelos parecen ser una mezcla prehispánica (vasijas de fondo redondo y apaxtles de costados rectos) y española (cazuelas de doble asa y adornos en las jarras).
Uno de los estilos más influyentes es el desarrollado por Dolores Porras, quien introdujo alfarería de esmaltes multicolor en la década de 1980.
En tanto, “Río Blanco Tonaltepec y Vista Hermosa Tonaltepec son dos pequeñas comunidades que comparten las mismas colinas de la Mixteca Alta. La erosión ha dañado el suelo blanco y gran parte de la población ha emigrado. Un puñado de mujeres sostiene la tradición alfarera. No hay mujeres jóvenes que se interesen en el oficio. Es cuestión de tiempo que se pierda. Es una verdadera pena pues la alfarería de Tonaltepec es excepcionalmente atractiva”, asegura Erik Mindling.
La forma de las jarras de agua que se hacen aquí no se ve en ningún otro lugar.
Son alargadas y en punta como un balón de futbol americano, con cuello, boca y dos asas. Se usan para cargar agua en mecapal o en burro, dos por lado. La forma alargada es una adaptación ergonómica que las hace cómodas a la espalda del cargador.
Las ollas se queman en hornos de piedra que bien pueden ser de origen prehispánico. Después de tiñen con salpicaduras en línea de pigmento de tanino, siendo uno de los pocos lugares del mundo, que utilizan pigmentos vegetales para decorar alfarería.
La charla en la que participarán las mujeres alfareras oaxaqueñas se realizará a las 18:00 horas del martes 19 de enero a través de la página de Facebook de 3 Museos.