Washington.- Miles de simpatizantes de Donald Trump iniciaron una concentración en el parque de la Elipse, al sur de la Casa Balanca, en tanto el Congreso de los Estados Unidos se prepara para confirmar la victoria de Joe Biden.
«Espero que el Vicepresidente Pence tenga valor hoy y que cualquier político que crea que tiene un futuro muestre valor para ponerse de pie y hacer lo correcto», aseguró LouMurray, uno de los manifestantes.
Los organizadores planeaban realizar una marcha por la tarde hacia el Capitolio, donde el Congreso votará para confirmar los resultados del Colegio Electoral, que Trump continúa poniendo en duda.
Se esperaba que varios partidarios prominentes de Trump asistan a las protestas, que comenzaron el martes con un mitin en la Plaza de la Libertad, a unas cuantas manzanas de la Casa Blanca. En ese lugar, los manifestantes, muchos de ellos sin mascarillas, expresaron su rechazo al voto del Colegio Electoral. Al caer la noche, con la temperatura descendiendo y bajo una lluvia constante, cientos de personas continuaban en la plaza.
«Sólo vine a apoyar al Presidente», dijo David Wideman, un bombero de 45 años que viajó desde Memphis, Tennessee.
Wideman reconoció que estaba «confundido» por la serie de derrotas que sufrió el equipo legal del Mandatario en su intento por revertir los resultados de las elecciones y no sabía cuáles eran las opciones restantes de Trump.
«No estoy seguro de qué puede hacer a estas alturas, pero quiero escuchar lo que tenga que decir», dijo Wideman.
Trump tuiteó su apoyo a los manifestantes: «Washington está siendo inundado por personas que no quieren ver que los demócratas radicales de izquierda se roben una victoria electoral. ¡Nuestro país ha tenido suficiente, ya no lo soportarán. ¡Los escuchamos (y los queremos) desde la Oficina Oval. Hagan a Estados Unidos grande una vez más!».
Las protestas han obligado a las autoridades y agencias policiales locales a prepararse para posibles enfrentamientos violentos en las calles. Muchos de los negocios del centro de la capital tapiaron sus ventanas por miedo a que las manifestaciones se conviertan en disturbios similares a los ocurridos en mayo y junio, cuando decenas de establecimientos fueron vandalizados.