Por: Jorge Maldonado Díaz
Monterrey.- Mientras al interior del Congreso Local, Noé Chávez Montemayor, titular del Instituto de Movilidad y Accesibilidad, afuera decenas de taxistas protestan en su contra en donde exigen su destitución, pero al salir del edificio legislativo los reclamos cambiaron por porras y algarabía a favor del funcionario estatal.
Los trabajadores del volante al inicio de la manifestación solicitaron una reforma a la Ley de Movilidad para que se reduzcan las elevadas multas de las cuales se han visto afectados porque muchas veces no pueden pagarlas y menos cuando el trabajo bajo debido a la pandemia.
Los inconformes se apoderaron de la explanada del Congreso Local y en el acceso del primer piso por donde acostumbran ingresar los legisladores.
Es tal el enojo de los taxistas que se hicieron acompañar de pancartas de protestas y lanzan insignias contra el funcionario estatal como «Fuera Noé, fuera Noé».
Los manifestantes también esperan ser atendidos por algún diputado para que le den respuesta al cambio de la ley.
De acuerdo con la información de los quejosos, ellos han argumentado que las multan hacienden hasta de 43 mil pesos, infracción que consideraron injusta.
Agregó que no pueden estar trabajando para pagar multas de ese monto, porque ello implicaría no poder llevar el sustento a sus familias.
Las consignas alcanzaron también a los legisladores a quienes catalogaron de traicionaros por haber avalado una ley excesiva.
Esto debido a que las sanciones fueron realizadas sin pensar en los trabajadores del volante, ya que estas son perjudiciales de manera grave y sobre todo benefician directamente el servicio de las plataformas.
A consecuencia de la protesta, elementos de Fuerza Civil mantienen resguardado el Congreso Local para evitar que la situación se salga de control.
Los taxistas calificaron de traicioneros a los Diputados por haber avalado reformas la Ley que los perjudican gravemente y benefician a los de plataformas.
Pero de manera inexplicable salir Chávez Montemayor a la explanada, los taxistas comenzaron a vitorear y lanzarle porras de apoyo.