España declara estado de alarma y aplica toque de queda ante avance del covid-19

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El Gobierno de España aprobó un decreto que declara el estado de alarma en todo el país por la pandemia del coronavirus, fijando además un toque de queda entre las 23:00 y las 6:00 horas, aunque deja a las regiones la potestad para retrasar o adelantar su activación una hora.

La intención del gobierno de Pedro Sánchez es que continúe hasta el 9 de mayo para frenar el rebrote de covid-19, aunque todo dependerá de los apoyos que consiga en el Congreso de los Diputados, donde cada prórroga debe ser ratificada. Se impone desde este domingo la “restricción de movilidad nocturna”.

El principal objetivo del nuevo estado de alarma es dar cobertura jurídica a dichas restricciones de movilidad. El presidente aún no lo ha llamado como toque de queda, pero aclaró que esta medida ha sido probada en varias comunidades en los últimos días, la cual no se había aplicado desde el 21 de junio tras el primer brote de contagio.

De momento, no se plantea un confinamiento total o domiciliario, como sucedió en marzo. Se podrá flexibilizar el horario con variantes de una o dos horas, según lo decida cada comunidad. Además, habrá limitaciones en reuniones sociales y cada comunidad podrá prohibir los viajes entre regiones.

Sánchez habló ante los medios para explicar el alcance del nuevo estado de alarma nacional aprobado hoy en un Consejo de Ministros extraordinario contemplado por un periodo inicial de 15 días, como establece la Constitución española, cuya prórroga deberá aprobar el Parlamento.

El nuevo decreto de estado de alarma fija un toque de queda obligatorio para toda España, excepto las islas Canarias (Atlántico), entre las 23:00 y las 6:00 horas. La autoridad competente para su aplicación será, en cada caso, el presidente autonómico, que tendrá capacidad para ajustar las restricciones de movilidad, pero sin posibilidad de eliminarlo.

Las regiones, según Sánchez, podrán confinar su territorio completo o el de un «ámbito territorial inferior», decisión que deberá tomarse con «sentido común» para que se permitan actividades como acudir al médico, al trabajo o al centro educativo. De la misma forma, las autoridades regionales podrán limitar la permanencia de personas en espacios públicos o privados hasta un máximo de 6 personas, como ya ocurre en la mayor parte.

El gobernante español ha precisado que ya el próximo martes el gobierno decidirá la ampliación de la vigencia del estado de alarma hasta mayo con la finalidad de que esta misma semana la vote el Congreso de los Diputados, algo para lo que ha pedido un «abrumador respaldo» parlamentario.

En un principio el gobierno no quería aplicar el estado de alarma porque antes tenía que asegurarse una mayoría en el Congreso de cara a su prórroga. Cataluña, País Vasco, Asturias, Extremadura, La Rioja y Castilla y León y Castilla y La Mancha fueron algunas regiones que solicitaron el estado de alarma para gestionar las restricciones de forma autonómica.

La conclusión de los servicios jurídicos de la casa presidencial de La Moncloa es que las restricciones de movilidad requieren de la cobertura jurídica del estado de alarma. De lo contrario, los tribunales echarían abajo las medidas que conlleven restricciones a la movilidad. Las próximas semanas serán duras, “muy duras”, advirtió ya el presidente Pedro Sánchez, mientras vinculaba la adopción de restricciones a “evitar recurrir de nuevo a un confinamiento domiciliario”.

Todo ello rescatando el mismo lenguaje empleado durante los momentos más duros de la pandemia, como “moral de victoria”, “disciplina ciudadana”, “espíritu de equipo”, “actuar con determinación” o “máxima unidad”, y allanando el terreno para la toma de decisiones drásticas si la pandemia no cede.

Depende de nosotros levantar un muro de unidad para derrotar al virus. Creo que somos capaces de hacerlo. Unidos podemos parar al virus. Comprendo la angustia de los ciudadanos y la incertidumbre de las generaciones más jóvenes. Por eso me gustaría darles a todos ustedes las gracias.

Necesitamos dar lo mejor de cada uno de nosotros. Necesitamos la fuerza de todos, unidos». La incidencia acumulada de contagios en España es de 362 por cada 100 mil habitantes, el reto es alcanzar 25.

Desde que en marzo inició la pandemia se han contagiado un millón 26 mil 281 personas y han fallecido 34 mil 521.