AstraZeneca es la compañía que producirá en su planta, en Argentina, la vacuna diseñada por la Universidad de Oxford para combatir el virus SARS-CoV-2, que será distribuida en toda América Latina, según anunció el presidente Alberto Fernández.
Y el día de hoy se anunció que este laboratorio suspendería la fase tres de los ensayos clínicos de la vacuna contra coronavirus que desarrolla, ya que aún se desconoce la reacción adversa que se identificó durante la investigación.
Por este motivo, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, pidió no “adelantar vísperas” sobre la seguridad de la vacuna y señaló que esta situación generaría retraso de la llegada de la vacuna al país.
“Quiero dejar claro, no hay que anticipar vísperas, no empezar a especular sobre la seguridad, en general de las vacunas, y en particular de esta que está involucrada porque no tenemos la información correspondiente».
En la conferencia de prensa, el funcionario federal añadió “La consecuencia puede ser que se retrase el momento de llegada de vacuna, el momento de presentación ante Cofepris, pero nada más”.
López-Gatell explicó que hasta el momento se desconoce la reacción adversa encontrada durante la fase 3 de la investigación; así como la relación que existe entre esta reacción y la aplicación de la vacuna, ya que dijo, pudo haberse presentado en personas que recibieron un placebo.
“Hasta este momento se desconoce si existe asociación entre haber sido inyectado con vacuna y la reacción adversa que haya sido, esa parte es responsabilidad del Comité de Seguridad y Monitoreo de Datos, dilucidar si existe alguna relación entre haber sido inyectado con vacuna y tener reacciones secundarias”, dijo.
Esta tarde se dio conocer que un gran estudio de fase 3 que prueba una vacuna candidata contra el nuevo coronavirus, que está desarrollando AstraZeneca y la Universidad de Oxford en decenas de sitios en Estados Unidos, se ha suspendido debido a una sospecha de reacción adversa grave en un participante en el Reino Unido.
Uno de los participantes sufre “una enfermedad potencialmente inexplicable”, informó este martes un portavoz de la compañía a medios de comunicación estadounidenses.
“Esta es una acción de rutina que sucede siempre que hay una enfermedad potencialmente inexplicable en uno de los ensayos mientras se investiga, asegurándonos de que se mantiene la integridad de los estudios”, indicó el portavoz.