La humanidad agotará todos los recursos que la Tierra es capaz de regenerar en un año este sábado 22 de agosto, tres semanas más tarde que el año pasado debido al freno en la actividad económica e industrial provocado por la crisis del coronavirus.
Este retraso del conocido como «día de la sobrecapacidad de la Tierra» —que establece el momento en el que la demanda anual de los recursos naturales supera la capacidad que tiene el planeta para regenerarlos— tiene su «lógica», explicó a Efe el portavoz de WWF, Luis Suárez, ya que las medidas adoptadas para frenar la pandemia han supuesto una disminución de la actividad económica y de la explotación de los recursos y, por lo tanto, de «los elementos que se miden para obtener esta fecha».
Según la red de expertos Footprint Network que hace el cálculo, este año la población ha consumido como si tuviera 1,6 planetas, mientras que en 2019- la fecha más temprana en que se establece este día desde que se tienen registros- el cálculo era de 1,7 planetas.
Para Suárez, esta reducción de la huella ecológica se debe a un cambio «circunstancial» y no «intencionado», fruto de políticas globales, por lo que ve urgente que se tomen medidas para cambiar el actual modelo de producción y consumo por otro «mucho más sostenible, que gaste menos en recursos y en energía».
A pesar de que tanto la actual crisis sanitaria como la económica de 2008 han ralentizado el día en que se establece esta fecha, la organización medioambiental recuerda que lo importante es frenar la tendencia y llevar este día a finales de año, ya que, aunque se haya retrasado, se produce el 22 de agosto, cuando todavía queda «por delante mucho año».
A partir de ahora hay que gastar las «reservas», lo que provocará que el próximo año se corra el riesgo «de que ese día se adelante otra vez», por lo que de no cambiar el modelo actual «el planeta no será capaz de dar más de sí» e irá «al colapso del ecosistema», advirtió Suárez.
«El Día de la Sobrecapacidad nos recuerda que estamos viviendo por encima de los límites de la tierra y que estamos poniendo en riesgo la existencia del planeta y del propio ser humano» y concluye «Es urgente impulsar un nuevo modelo de producción y consumo que prime la sostenibilidad y haga frente al colapso climático y a la destrucción de la naturaleza y los planes de recuperación económica que se desarrollen en los próximos meses, van a ser una gran oportunidad para impulsar esta transición verde y justa».