Paulina Vieitez es una mujer expresiva que habla mucho, lo reconoce y sonríe al hacerlo. “No importa”-explica-“No entrevisto a los autores, sino que mantengo una charla con ellos”.
Se refiere a sus Charlas con Café Sanborns, donde más que una entrevista es una conversación, va descubriendo el libro (que ha leído previamente) y la personalidad del escritor, desmenuza los textos y nos invita a participar de la lectura.
Paulina pone su corazón y su intelecto en cada actividad que realiza, siempre acompañada de una sonrisa y palabras cordiales. Pareciera que todo le ha sido fácil, sin embargo indica dos momentos fundamentales de inflexión: la muerte de su padre a los 50 y el cáncer que sufrió ella hace ocho años. Fueron dos situaciones que crearon una conciencia de su ser.
“Mi papá nos enseñó su profunda apreciación de la vida y fue feliz. Al llegar mi cáncer, al igual que otras situaciones límite, me hicieron replantear mi existencia, la manera de encarar lo cotidiano, las elecciones y proyectos. El cómo quieres llegar ahí.”
Desde muy jovencita tuvo que trabajar, y fue así como tuvo su primer acercamiento a un reconocido escritor. “Trabajaba en el Papalote (Museo del Niño) y los fines de semana me quedaba encargada de la parte operativa…había visitas de personalidades y en esa ocasión la directora me pidió que atendiera a una pareja de señores mayores, pero no sabía quiénes eran”.
La escritora explica que la cara del señor se le hacía familiar. “Tenía 19 años y les iba explicando con toda la pasión del mundo cada una de las exposiciones. Al final llegó la directora y saluda: Don Gabriel que bueno que está aquí… ¡era Gabriel García Márquez! Se acercó conmigo para felicitarme: Paulina eres una gran maestra no sabes todo lo que me has enseñado hoy” a lo que ella respondió: “No me diga eso por favor, que usted sí es el maestro. Gracias a usted leo, escribo y me vuelvo loca con la posibilidad de la literatura y de publicar. Al día siguiente recibí autografiado su libro Doce Cuentos Peregrinos…estas cosas te marcan para siempre. Fue mi primera aproximación a humanizar a un personaje que tú sientes que jamás será alcanzable.”
Considera que “En los últimos tiempos ha habido un cambio fundamental en la aproximación que tenemos con los escritores, con una mayor facilidad para conocer su vida y su obra, interactuar con ellos.”
Paulina Vieitez indica que antes eran personajes míticos, donde el primer contacto era mediante cartas. “La transición a los medios modernos ha posibilitado que los escritores sean más visibles, con una demanda muy fuerte de los lectores que les exigen como si fueran “rock stars” cuando (pienso que) muchos de los escritores, justo se han dedicado a escribir por no interactuar con la gente.”
Las redes sociales se han vuelto un aspecto fundamental para la visibilidad de los autores modernos.
Vieitez ha estado vinculada al trabajo de la comunicación. Actualmente colabora para Sanborns, donde se encarga del Festival Gourmet, el Círculo Sanborns para promover la experiencia lectora de sus clientes y sus Charlas con Café. Afirma que todos tenemos una historia que contar alrededor del café Sanborns.
Algunos de sus primeras Charlas, durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en 2010, fueron con Gaby Vargas, Benito Taibo, Nacho Padilla, Jordi, Tere Díaz y Manuel Turrent. Este año se prepara para realizar alrededor de 45 entrevistas en 9 días.
“Logramos posicionar las charlas, son conversaciones largas, sin prisas, donde contamos con 45 minutos o una hora.” Paulina explica que es importante el respeto a los autores, por ese motivo lee sus libros antes de las charlas, “ellos se dan cuenta de que leíste, de que dedicaste tiempo a la entrevista.”
“Como autora agradeces eso, ahora me doy cuenta cuando (en mi caso) no han leído Helena, no es la misma conversación cuando (el entrevistador) no tiene una idea de lo que estás diciendo.”
“Desde siempre sentí el deseo de expresarme mediante la palabra escrita. Era la forma de cercanía con un mundo que no está tan acostumbrado a que les digas las cosas así. Al llegar una carta es un momento de pausa y reflexión.”
Explica que su escritura inició de manera más natural con la poesía. “Después del cáncer que tuve hace 8 años, comencé un proceso exploratorio, íntimo, que desembocó en una poesía erótica, que no pretende ser culta, más bien de a pie que yo llamo Ficciones Poéticas.”
Paulina Vieitez describe cómo es que después de su poesía, alternó sus casi 800 charlas y por consecuencia lectura de libros, con la redacción de su novela.
Los lunes leía sus poesías, aderezadas con un poco de mezcal en el taller literario de la escritora Beatriz Rivas. En ese grupo escribió sus Cuentos Eróticos con un Final Inesperado, que se volvió literal, pues quedaron atrapados en una computadora y nunca los pudo rescatar.
Pero quien la retó para desarrollar una historia que ya tenía en mente, fue la editora Patricia Mazón, quien marcó la diferencia y la impulsó. “A veces hace falta nada más que alguien te diga ¡Atrévete! Creo que lo puedes lograr.”
“Escribí las primeras 30 cuartillas y me dijo ésta es una novela y te la voy a publicar. Con la presión de un editor asignado, trabajaba por la noche y al final me fui soltando, adquiriendo confianza. Eché mano de mi bagaje como lectora y encontré mi propia voz, mi propia personalidad. Paty me comentó que la editorial respeta una voz fresca, no tratan de alterar la voz original de un autor. Encuentras entonces tu propio temperamento, tu manera de contar las cosas”.
Es en 2017, cuando publica Helena. Cuando el pasado ya no pesa, el hoy es para siempre.
En ésta su primera novela, Paulina nos presenta a una mujer actual, con sus cargas emocionales, a quien se le presenta la oportunidad de hacer su doctorado en España. Es momento de tomar decisiones, definir sus apegos y vislumbrar su futuro. Todo en un muy corto tiempo.
En el viaje hay un cambio de equipajes. Baúles similares, pero con contenidos muy diferentes que provocan una serie de situaciones de desprendimiento y aceptación.
“La maleta es la metáfora de lo que cargamos: culpas, pasado feliz o infeliz, nuestras relaciones, es el proceso de despojarte de los fantasmas, atesorando lo que realmente es valioso. Analizar lo que guardas y te impide avanzar. Lo que estás viviendo es el momento presente. Por eso la importancia de la frase cuando el pasado ya no pesa, el hoy es para siempre.”
“Haces las paces con el pasado, en ese momento se replantea el vivir el hoy.”
Los personajes masculinos son parte fundamental de la historia de Helena y los vamos conociendo por su lenguaje y sus actitudes. Como lectores, Paulina Vieitez juega con nuestras expectativas, sobre todo en el caso de las posibles soluciones a los malestares y vicisitudes de Helena.
“La vida es una combinación de destino, carácter y azar” frase que repetía uno de los profesores de filosofía de Paulina está presente no sólo en la historia, sino también en su explicación de la esencia de cada uno de los personajes.
Con Helena viajamos hacia su descubrimiento personal, revisamos la vida de quienes la rodean desde sus padres, su esposo Lucio, sus hijos, Ramón y sus demás compañeros en España, y por supuesto Marc, quien de parecer un personaje incidental, termina siendo un personaje principal que enfrenta sus temores y pérdidas, que reconoce en Helena una oportunidad para retomar su vida.
Hay una frase que Helena dirige a su madre al principio de la novela, que se hace presente durante toda la historia: “¡Qué desperdicio de tiempo, qué ausencia tan grande provoca no demostrar el amor con suficiencia! Siempre el arrepentimiento de no demostrar la fuerza de su amor.”
¿Cómo harán el intercambio de baúles? ¿Qué historias guardan cada uno, en su baúl y en su vida? Las imaginaciones de Helena, de Lucio y de Marc se vuelven también protagonistas.
Paulina Vieitez nos explica que la novela ha sido un regalo: -“Escribir es un ejercicio de catarsis y reflexión. Difícilmente te pones a pensar cómo te va a ir, lo que quieres ver es cómo ir resolviendo cada situación. Quien enriquece la novela es el lector,…nunca alcanzas a medir el impacto que va a tener. Creo en la relevancia que tiene tu obra, por las vidas que toca.”
Al ver la portada de la edición española de Helena, publicada este año, le pregunto sobre las diferencias.
Nos confiesa Paulina que le costó mucho trabajo aceptar el cambio de portada. Le explicaron que era el lenguaje visual que necesitaba el mercado español.
La portada de México implica todo lo que Helena oculta en su baúl, es más intimista, no revela nada. En cambio en la edición española es un grito de libertad, es el reflejo de la mujer que se reinventa.
Otro aspecto de la edición española es que incluye una nota sobre su relación familiar con España, además de que se integraron detalles a las expresiones y vocabulario de los personajes madrileños.
Una nota curiosa es el cambio de un platillo en una de las escenas donde Helena está cenando, “Me dijo mi editor ¡es imposible que ella se coma sola un cocido madrileño!”
El autor español Idelfonso Falcones firma el comentario de la contraportada. “Lo entrevisté en España y al finalizar le comenté sobre Helena. Luego vino a México y me preguntó sobre los detalles. ¡Mándamela! Me pidió, me la regresó subrayada y con notas a detalle, representó mucha generosidad de su parte.”
Sobre el cierre de la novela, explica que los lectores siempre queremos complementar la historia, darles nuestro final. Ella maneja diferentes niveles de interpretación. Nos da qué pensar y nos invita a revalorar la obra, a decidir qué es lo que realmente nos quiere decir. “¿Qué harías tú en esta situación?”
Comenta que Monterrey es su tercera ciudad en sus afectos, después de la Ciudad de México y Madrid. Porque aquí la han recibido con mucha calidez y se han generado amistades.
“Reconozco lo que los lectores han hecho por mí, al interesarse por el libro. Y un paso más allá es cuando te gusta y lo compartes con la gente o cuando se analiza por medio de los círculos de lectura, es una retroalimentación valiosa para el escritor.”
Así terminamos de charlar con Paulina Vieitez y, mientras vuelvo al libro, reflexiono sobre las historias de Clara y Francisca que tiene pendientes de contarnos.
SEMBLANZA
Luz Aurora Fierro Beltrán.
Desde tercero de secundaria vive en San Nicolás de los Garza, Nuevo León, sin embargo sus raíces michoacanas salen a relucir en algunos de sus gustos y costumbres. Zamora es su ciudad natal, le encantan las fresas, los chongos, el chile en polvo sobre el chinchayote o la papa, las carnitas, los paseos por los pueblos y las montañas.
Le dicen que ya es regia. Y aunque se resiste un poco, no duda en defender la fraternidad y actitud de trabajo de los regiomontanos. Estudió en tres de las principales universidades de Monterrey: la prepa 7 de la UANL, la licenciatura en Ciencias de la Información de la UDEM y la maestría en Administración con acentuación en Mercadotecnia de la UR, ahora U-ERRE, de la cual le quedan unas materias por cursar.
Desde sus primeros años se distinguió por preferir la lectura a cualquier otra actividad, leía lo que encontraba en casa o en las de sus amigas. También comenzó a escribir sus diarios y algunos cuentos. Cuando llega a Monterrey, envía una carta mensual a sus amigas de Zamora; una carta grupal que sus compañeras aprovechaban muy bien, al pedir y obtener permiso para leerla en cada una de sus clases.
Recién egresada de la universidad trabajó en la coordinación del programa de televisión Esta Mañana de canal 2, impartió clases en CONALEP y después, como reportera del periódico Más Noticias, trabajó en forma simultánea en la facultad de Ciencias Políticas de la UANL. Participó como redactora y editora en la Coordinación de Comunicación Social de Gobierno del Estado. Impartió también clases en la facultad de Artes Visuales de la UANL.
Se asoció para crear la productora de video LUCA Digital, en la cual era la responsable de guiones y atención a clientes. Su inquietud por leer se ve siempre atraída por una buena biblioteca. Los guiones que más le gustan son aquéllos donde tiene que dedicar horas de investigación.
Hace algunos años se integra en dos círculos de lectura “Señoras Lindas” (por lo de lindas personas, aclara) y el Nobel, nombre de la institución donde se formó. Ha hecho propuestas a instituciones educativas como el Centro Universitario Franco Mexicano de Monterrey para promover la lectura entre sus alumnos.
Tomó el Diplomado en Creación Literaria impartido por el INBA en coordinación con la Casa Universitaria del Libro de la UANL. Participó como lectora, en la edición de la novela “Aquellas horas que nos robaron: El desafío de Gilberto Bosques” de Mónica Castellanos. Actualmente continúa con la redacción, corrección de textos y desarrollo de guiones institucionales y documentales.
En AVIMEX NEWS nos hace una invitación, mediante sus Reseñas y entrevistas, a participar en este maravilloso mundo de la lectura.