Más de 2.000 bomberos y soldados trabajan para contener el mayor incendio forestal en tres décadas en Japón, que ya ha consumido más de 2.100 hectáreas de bosque en la ciudad costera de Ofunato, en el noreste del país.
El fuego, que comenzó el miércoles pasado, ha afectado al menos 84 hogares y ha obligado a la evacuación de más de 1.200 personas. Además, un hombre fue encontrado muerto en una carretera cercana, aunque las autoridades aún investigan si su fallecimiento está relacionado con el incendio, según la Agencia de Gestión de Incendios y Desastres.
La propagación de las llamas ha sido favorecida por condiciones climáticas extremas. Las regiones del noreste de Japón, incluida Ofunato, han registrado su invierno más seco desde 1946, cuando la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) comenzó a recopilar datos.
En febrero, la ciudad solo recibió 2.5 mm de precipitación, muy por debajo del promedio mensual de 41 mm, lo que marca el récord de sequía más severo en la zona desde 1967.
El 2024 fue el año más caluroso jamás registrado en Japón, de acuerdo con la JMA, lo que ha incrementado el riesgo de incendios en un contexto de fenómenos climáticos extremos a nivel mundial.
Para frenar el avance de las llamas, Japón ha desplegado bomberos de 14 regiones y 16 helicópteros que lanzan agua sobre las zonas afectadas. Hasta el momento, más de 2.000 personas han tenido que abandonar la región y 1.200 han sido trasladadas a refugios de emergencia.
Las autoridades continúan monitoreando la situación, aunque algunas áreas han mostrado una disminución en la intensidad del fuego. Sin embargo, la combinación de sequía, vientos y temperaturas elevadas sigue representando un desafío para controlar el siniestro.