Archivo. EFE/ David Hecker

Washington, D.C.- A partir del 12 de marzo, las exportaciones de aluminio y acero de México y Canadá hacia Estados Unidos estarán sujetas a un arancel del 50 %, según informó un funcionario de la Casa Blanca a la agencia EFE.

Este incremento se debe a la combinación del nuevo gravamen del 25 % anunciado por el presidente Donald Trump esta semana, con otra tasa previa del 25 % sobre bienes canadienses y mexicanos, que entrará en vigor el 4 de marzo.

México y Canadá, los más afectados por la medida

Con este ajuste, México y Canadá enfrentarán tarifas más altas en comparación con otros países exportadores de acero y aluminio a EE.UU., quienes solo estarán sujetos al 25 % recientemente impuesto por la administración de Trump.

Según datos del Instituto Americano del Hierro y el Acero, Canadá es el principal proveedor de acero para EE.UU., seguido de México, Corea del Sur, Brasil y Vietnam. En cuanto al aluminio, casi dos tercios del suministro estadounidense provienen de Canadá, de acuerdo con la Asociación del Aluminio.

Impacto en la industria manufacturera y en los precios

El gobierno de Trump justifica la medida como parte de su estrategia para impulsar la industria manufacturera estadounidense, que ha perdido terreno debido a los acuerdos de libre comercio que permiten la entrada de materiales más baratos.

Sin embargo, expertos advierten que los aranceles podrían encarecer productos como los vehículos, ya que muchos de sus componentes cruzan varias veces las fronteras con México y Canadá antes de su ensamblaje final.

Trump endurece su política arancelaria

El presidente Trump ha sido un firme defensor de los aranceles, calificándolos como “la palabra más hermosa en el diccionario” y utilizándolos como una herramienta de negociación en temas de comercio, migración y seguridad.

Recientemente, también impuso un arancel adicional del 10 % a China, lo que provocó una respuesta del gobierno de Pekín con nuevos gravámenes en represalia.

Además, ha adelantado que en los próximos días anunciará «aranceles recíprocos», con el objetivo de equiparar las tarifas que otros países imponen a las exportaciones estadounidenses, sin precisar aún qué naciones serán afectadas por esta medida.