El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes 10 de febrero dos órdenes ejecutivas que establecen un arancel del 25% a las importaciones de acero y aluminio. La medida, según la Casa Blanca, se aplicará a nivel global sin excepciones para ningún país.

Un golpe al comercio internacional

Estados Unidos importa acero principalmente de Canadá, México, Corea del Sur, Brasil y Vietnam, de acuerdo con datos del Instituto Americano del Hierro y el Acero. En cuanto al aluminio, cerca de dos tercios del suministro provienen de Canadá, según la Asociación del Aluminio.

Durante su primer mandato en 2018, Trump ya había impuesto aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio, aunque posteriormente concedió exenciones a países como Australia, Brasil, Canadá y México. Esta vez, la administración ha descartado cualquier tipo de excepción.

Estrategia comercial y política

El mandatario adelantó el domingo su intención de imponer estos aranceles en declaraciones a periodistas a bordo del Air Force One, mientras se dirigía a la final del Super Bowl en Nueva Orleans. Asimismo, mencionó que planea anunciar aranceles recíprocos contra países que aplican gravámenes elevados a las exportaciones estadounidenses, aunque no especificó cuáles serían afectados.

Trump ha utilizado los aranceles como una herramienta de negociación en diversas áreas, incluyendo comercio, migración y seguridad. Un ejemplo reciente ocurrió el mes pasado, cuando anunció aranceles a productos colombianos tras la negativa del presidente Gustavo Petro a aceptar un vuelo con migrantes deportados encadenados. La medida se revocó cuando Colombia aceptó continuar recibiendo estos vuelos.

La semana pasada, Trump también pospuso por un mes un arancel del 25% sobre productos de Canadá y México tras alcanzar un acuerdo para reforzar el control fronterizo y combatir el tráfico de fentanilo. Sin embargo, sí implementó un nuevo arancel del 10% sobre productos chinos, lo que llevó a Pekín a responder con represalias comerciales.

Impacto en la industria estadounidense

El asesor comercial de Trump, Peter Navarro, defendió la medida asegurando que fortalecerá a los productores de acero y aluminio en Estados Unidos.

«Los aranceles al acero y al aluminio 2.0 pondrán fin al dumping extranjero, impulsarán la producción nacional y asegurarán nuestras industrias de acero y aluminio como columna vertebral de la seguridad económica y nacional de Estados Unidos», declaró.

No obstante, la decisión ya ha generado advertencias de represalias por parte de los socios comerciales afectados, lo que podría escalar las tensiones comerciales a nivel global.