Por: Jorge Maldonado Díaz

A menos de un mes de que arranque los festejos por la navidad, el municipio de Santiago, pero más los comerciantes de la Presa de la Boca se preparan para la llegada de paisanos al estado.

Contrario a otros años en que este paraje turístico lucia semivacío por la falta de agua, ahora, todos los fines de semana luce abarrotado.

Este domingo, el malecón de este lugar estuvo lleno de visitantes locales, así como de foráneos.

Esto fue de beneplácito para los pescadores, y sobre todo empleados que ofrecían sus servicios de comidas y paseos en los catamaranes para navegar sobre el cuerpo de agua de este embalse.

Arturo Treviño Sáenz, uno de los trabajadores del lugar aseveró que contrario a otros años, en este han tenido demasiado trabajo.

Aseguró que lejos de terminar el trabajo esperan con ansias la llegada de los paisanos, por la derrocha de dinero que tendrán.

Argumento que son ellos quienes, ocupan la gran mayoría de los turistas que se pasean en el malecón en época de Navidad

El 80 por ciento de la gente que recibimos en estas fechas vienen del país vecino, y la gente de Nuevo León también coopera con su granito para pasearse y aportar algo al área de turismo de Santiago”.

“La Presa con agua nos a ayudado mucho, para que la gente venga a disfrutar de un buen fin de semana, estamos ya preparados para la época decembrina”, indicó.

Tras la sequía y los niveles bajos históricos de la presa La Boca, la vida turística en este sitio regresó después de que las lluvias de la tormenta tropical Alberto llegaran a Nuevo León en junio de este año.

Este domingo, la gran parte de los restaurantes de comida estuvo a reventar, así como los establecimientos dedicados a la venta de recuerdos en la zona.

Estos tres o cuatro meses que tenemos trabajando, teníamos cuatro o cinco años de no haber tenido esos momentos. Ahorita hay mucha chamba, mucha gente. De lo mejor”, dijo.

Mientras los paisanos en Estados Unidos esperan salir de vacaciones para venir de visita a la presa, los locales aprovechan que tienen el malecón relativamente cerca y deciden pasear en él el fin de semana.