Los ayuntamientos de Chiva y Sueca han comunicado este martes la suspensión de las clases y la actividad deportiva en la población desde mañana ante la llegada de una nueva dana, mientras el de Valencia lo ha hecho en sus pedanías del sur, muy afectadas igualmente por la del 29 de octubre, pero también en los centros de los barrios marítimos de la ciudad.
Chiva alude en su anuncio como razones para la suspensión de las clases y la actividad deportiva desde este miércoles “y hasta nuevo aviso” al “estado actual del municipio” y en atención a la información proporcionada por los servicios de emergencia.
Por su parte, Sueca acaba de anunciar que se establece el dispositivo especial de seguridad y vigilancia y adopta medidas preventivas, como el cierre de todos los centros educativos del municipio, las instalaciones deportivas y los parques y jardines públicos.
En el caso de Valencia, la decisión la ha adoptado el Cecopal, el centro de coordinación operativa municipal. Supone la suspensión de las clases este miércoles en las pedanías del sur. Entre ellas, las afectadas de La Torre, Castellar-Oliveral o Forn d’Alcedo, pero también en los Poblados Marítimos.
En su comunicado alude a la vigencia de la situación 2 del plan de inundaciones. También a las restricciones de movilidad, al estado del alcantarillado, a los nuevos avisos meteorológicos y a los trabajos de los avisos de emergencia. Además se pide a los voluntarios no acudir a estas zonas.
Otros municipios afectados por la dana del 29 de octubre han concentrado sus esfuerzos este martes en prevenir los efectos de la nueva dana, con especial atención al drenaje de alcantarillas y desagües.
Algemesí, en el perfil del consistorio en redes sociales, recuerda el pronóstico. Añade que las lluvias pueden ser “puntualmente intensas”, señala que en principio “no con la torrencialidad” del pasado 29 de octubre.
Pide el consistorio que se prevea el uso de “maderas o barreras” a la entrada de las casas bajas y garajes. El estado del alcantarillado puede provocar “acumulación de agua en las calles”.
El Ayuntamiento asegura que, con todos sus recursos, de empresas y de otras comunidades y la UME trata estos días de succionar el fango de los colectores. “En estos momentos la prioridad es desembozar el alcantarillado de la ciudad”, afirma.
También se insta a mantener el contacto “permanentemente” con las personas mayores que vivan solas, a evitar los desplazamientos y a quedarse en casa cuando llueva. Además, pide a los vecinos que se informen por canales oficiales.
Igualmente, el Ayuntamiento de Catarroja ha pedido a sus vecinos, “debido a la situación meteorológica y a la alerta decretada por el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat”, así como al “estado del alcantarillado” que no se tiren los lodos a estas canalizaciones “por el peligro de desborde de imbornales y problemas de salubridad”.
La alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, ha explicado a EFE que la información de la alerta les ha llegado “por los canales oficiales”. Ahora se les actualiza “cada ciertas horas” la situación, a pesar de que, a priori, “no sería como aquella”.
“Ahora mismo tenemos muchos problemas y vamos a intentar garantizar que no haya inundaciones”, ha insistido Albalat. Ha añadido que “están todos los organismos trabajando en solucionarlo”.
En Alfafar, otra de las localidades más afectadas, el consistorio centra este martes sus trabajos en el drenaje de los principales desagües e imbornales. Su alcalde, Juan Ramón Adsuara, ha informado de que esas tareas en las cañerías generales de desagüe se focalizan en las calles más complicadas y zonas más bajas.
En Aldaia, con sacos de arena
Las medidas de protección de estos pueblos están en buena parte lastradas por los desperfectos de hace dos semanas. Aldaia ha recurrido a colocar sacos de arena cerca de su estación de ferrocarril, paralela al barranco de la Saleta, que se desbordó hace dos semanas.
“La preocupación vuelve a ser la dana, de la de que desconocemos el nivel de intensidad. Todos los años en Aldaia tenemos que poner medidas de protección, lo que pasa es que ahora están arrasadas por el último tsunami”, ha explicado a EFE Guillermo Luján, alcalde del municipio.
Ante las crecidas del barranco, habituales en esta localidad de l’Horta Sud valenciana, Aldaia se ha protegido mediante compuertas, que se encajan en las calles, pero que ahora han desaparecido tras los estragos de la última dana por lo que se ha optado por los sacos.
Con información de EFE.