En medio de una semana marcada por la violencia en Sinaloa, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró este viernes que «no ha habido muchos homicidios» en el estado, pese a que las cifras oficiales reportan 12 asesinatos en el contexto de enfrentamientos entre grupos del narcotráfico tras la captura del líder criminal Ismael «El Mayo» Zambada.
Durante su conferencia matutina, el mandatario afirmó que la situación está bajo control gracias a la movilización de las Fuerzas Armadas, que trabajan para proteger a la población y evitar mayores confrontaciones.
Sin embargo, restó importancia a los reportes que señalan bloqueos carreteros, incendios de vehículos y la imposición de toques de queda informales en varias comunidades.
«Se está atendiendo el asunto en Sinaloa, la confrontación no es tan abierta, no tan frontal, pero sí hay enfrentamientos, pocos, y por eso hay una movilización de las Fuerzas Armadas para proteger a la gente», comentó López Obrador, quien hizo un llamado a la calma, afirmando que la situación no es tan grave como lo pintan algunos medios de comunicación.
A pesar de las declaraciones del presidente, la Fiscalía General del Estado de Sinaloa ha dado cuenta de un saldo preocupante: 12 personas asesinadas, 11 heridas, 20 víctimas de desaparición forzada y más de 30 denuncias de robo de vehículos.
La violencia en la región se ha intensificado tras la captura de «El Mayo» Zambada, uno de los principales líderes del Cártel de Sinaloa, y de Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán, ambos entregados a las autoridades estadounidenses el 25 de julio.
El presidente también aprovechó la ocasión para criticar a la prensa, calificándola de «tendenciosa y amarillista» por reportar el nivel de violencia que viven los habitantes de Sinaloa, quienes han denunciado bloqueos, tiroteos y la alteración de su vida cotidiana debido a los enfrentamientos.
«No es así (de grave). Ha habido algunos problemas, pero estamos pendientes. Decirle a la gente de Culiacán que estamos actuando con precaución, pero sin alarmismos», sostuvo el mandatario, al tiempo que pidió no prestar atención a lo que denominó «pasquines» de los medios conservadores.
A raíz de la violencia, el Gobierno de Sinaloa ha cancelado los festejos del 15 de septiembre, mientras que en municipios como Culiacán se ha suspendido la actividad escolar y los comercios han optado por cerrar ante el temor de nuevos episodios violentos. López Obrador, sin embargo, instó a los medios a no hacer de esto la «nota principal» y pidió serenidad.
«Serénense, tranquilícense, pensemos en el país, pensemos en la gente. Sí hay problemas, los estamos enfrentando, pero no es motivo para atemorizar sin fundamentos», concluyó el presidente.