Ismael ‘El Mayo’ Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, ha dado un giro inesperado en su estrategia legal al aceptar su traslado a la Corte Federal del Distrito Este de Nueva York, donde enfrentará cargos relacionados con el tráfico de drogas, incluyendo fentanilo, uno de los principales focos de la crisis de sobredosis en Estados Unidos.
El 5 de septiembre, un documento enviado al Distrito Oeste de Texas confirmó que Zambada ya no se opondrá al proceso de traslado, dando luz verde para que los preparativos de su transporte desde El Paso a Brooklyn inicien de inmediato. Este movimiento marca un importante avance en el proceso judicial que involucra al narcotraficante mexicano, considerado uno de los más buscados a nivel mundial.
“El demandado no se opone a ser transferido o transportado de conformidad con este escrito”, indica el documento que detalla la decisión de Zambada. La aceptación llega después de que su defensa, días antes, objetara su traslado por «falta de fundamentos» del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Los cargos contra ‘El Mayo’ son múltiples, pero el caso en Nueva York ha cobrado relevancia desde que fue actualizado en febrero de 2024. Es la única acusación que involucra tráfico de fentanilo, una sustancia altamente peligrosa que ha alimentado la crisis de salud pública en Estados Unidos. La fiscalía ha catalogado el caso como «complejo», subrayando la gravedad y extensión de las operaciones del cártel.
Aunque los detalles del traslado se mantienen bajo estrictas medidas de seguridad, la jueza Kathleen Cardone deberá aceptar formalmente el cambio de jurisdicción para que el proceso avance.
Anteriormente, la jueza Cardone había rechazado una solicitud del gobierno para trasladar al narcotraficante a Nueva York, citando la falta de argumentos suficientes por parte de la fiscalía. Sin embargo, con la nueva postura de Zambada, el camino parece despejado para que enfrente la justicia en la corte neoyorquina.
Zambada, quien fue capturado el pasado 25 de julio, se ha declarado inocente de los cargos presentados en su contra. Ahora, todas las miradas están puestas en su próxima audiencia, programada para el 9 de septiembre de 2024, donde se espera que se definan los próximos pasos de este caso que mantiene en vilo tanto a México como a Estados Unidos.