Ciudad de México 23 de agosto del 2024.- Reciclar el 63 por ciento de los envases PET enviados al mercado coloca a México en el primer lugar del reciclaje, hecho que se logra con la cooperación entre los sectores público, privado y la sociedad, vía idónea para lograr cambios de fondo y enfrentar los retos que nos plantea el siglo XXI en materia de sostenibilidad.
El crecimiento de la industria del reciclaje de envases de PET no es fortuito, es resultado de un plan estructurado y compromisos claros y alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.
En México, la industria de productos de consumo y ECOCE, han trabajado de manera conjunta desde hace casi 25 años, para impulsar un mercado verde alrededor del PET y convertir algo que se consideraba como “basura” (una botella vacía), en un recurso valorizable que puede tener múltiples vidas a través de la economía circular.
De esta manera surgió Ecología y Compromiso Empresarial, como una Asociación Civil sin fines de lucro que, hasta la fecha, trabaja en fomentar la cultura del reciclaje a través de la separación, recuperación y procesamiento de residuos de envases y empaques reciclables, que al mismo tiempo integra el brazo de responsabilidad social de la industria de bebidas y alimentos.
En el pasado, la industria subsidió el precio del plástico PET durante algunos años, para así fomentar una recuperación natural de sus envases vacías, mediante la compra y venta del material valorizable, mientras que, de manera paralela, se desarrolló la cadena de acopio y reciclaje. Hoy, el precio de este material lo determina la oferta y la demanda, lo que ha dado como resultado una industria robusta y en constante crecimiento, colocando a México como caso de éxito mundial en el aprovechamiento de envases de PET.
Otro ejemplo de la colaboración entre sectores al cual se ha sumado ECOCE, es el Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico en México, firmado hace casi cinco años en el Senado de la República. Se trata de un acuerdo único en su tipo por ser voluntario y contar con el reconocimiento legislativo, que establece metas ambiciosas para la reducción y el reciclaje de plásticos hacia los años 2025 y 2030. Las empresas firmantes monitorean periódicamente su cumplimiento y presentan un informe anual de avances cada año.
La inversión en infraestructura también ha sido fundamental para el éxito del reciclaje en México. Un claro ejemplo es Petstar, la planta de reciclaje más grande del mundo que tiene el objetivo de duplicar su capacidad actual.
En términos de resultados concretos, hoy los envases posconsumo de PET son tratados en 26 plantas recicladoras operativas en todo el país y el 62% regresa a ser envase grado alimenticio y no alimenticio, el 30% en otro tipo de envases y más del 7% en fibras para la producción de textiles. Esta capacidad instalada no solo cumple con las metas establecidas para 2025 (reciclar el 70% del material enviado al mercado), sino que también posiciona a nuestro país como líder en todo el continente Americano, en términos de recuperación y reciclaje de dicho producto.
Otro de los aspectos destacados del éxito del reciclaje en México, es el impacto positivo en la creación de fuentes de trabajo. Actualmente, la industria del reciclaje de envases y empaques genera aproximadamente 70,000 empleos directos e indirectos. Este número no solo subraya la importancia económica del sector, sino también su contribución al bienestar social al ofrecer oportunidades laborales en diversas regiones del país.
Un aspecto crucial del avance en este rubro, es la colaboración entre industria, gobierno y sociedad civil. Juntos, han implementado medidas para mejorar la recolección y el tratamiento de envases y empaques, promoviendo la adopción de nuevos diseños para fabricar envases más ligeros, higiénicos y cumplir con normativas nacionales e internacionales más rigurosas.
En conclusión, el reciclaje de botellas de plástico PET en México es una historia de éxito que combina desarrollo económico con responsabilidad ambiental. Gracias a iniciativas legislativas como el Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico en México, la inversión en infraestructura y el fomento de la educación ambiental, el país ha demostrado su compromiso con un futuro sostenible. Sin duda, el reciclaje seguirá desempeñando un papel crucial en la transformación hacia una economía circular, promoviendo el uso eficiente de recursos y asegurando un entorno más limpio y saludable para las generaciones futuras.