Después de anunciar la cancelación de su viaje a Dubai, el papa Francisco comentó en tono de broma estar vivo ante un grupo de visitantes.
«El médico no me dejó ir a Dubái», explicó el pontífice argentino de 86 años a los participantes de un seminario de «Ética en la gestión de la salud«, citado en un comunicado del Vaticano.
«La razón es que hace mucho calor ahí, y se pasa del calor al aire acondicionado. Y esto en esta situación bronquial [no es conveniente]. Agradecer a Dios que no fue una pulmonía», añadió.
En su audiencia semanal del miércoles, el papa parecía cansado y con dificultades para respirar ante la audiencia, y pidió a un asistente que leyera su texto en su lugar.
El pontífice, que en su juventud fue sometido a una ablación parcial de un pulmón, tenía previsto un discurso el sábado, como parte de una estadía en Emiratos Árabes Unidos programada inicialmente de viernes a domingo.