El papa Francisco recibió en el Vaticano a familiares de rehenes israelíes tomados por Hamás y de prisioneros palestinos, con quienes sostuvo reuniones por separado para conocer sus situaciones, aunque no se informó sobre algún acuerdo.
Francisco manifestó que lo que se vive en Israel y Gaza no es una guerra sino terrorismo, llamó a avanzar y rezar por la paz y pidió a Dios resolver los problemas para que no sigan adelante “pasiones” que matan a inocentes.
Durante el encuentro algunas personas portaban banderas palestinas y carteles con la palabra genocidio en la plaza de San Pedro.