Con la segunda conferencia más larga de su sexenio y luego de tres días de ausencia por contagio de Covid 19, el presidente Andrés Manuel López Obrador se reintegró a sus labores.
“Terminé mi tratamiento, ayer me hicieron la prueba y salí negativo… Vamos a seguir capoteando el temporal porque están desesperados nuestros adversarios y cada vez habrá más ataques, pero habrá que aplicar la filosofía de Kalimán: serenidad y paciencia, y no enojarse, porque entonces si se enferma uno. El que se enoja se puede enfermar más», comentó el mandatario al iniciar su habitual conferencia de prensa.
«¿Ya ven lo que me dejó el váguido?», ironizó.
«La gente llegó a preocuparse porque hubo sensacionalismo, amarillismo, mala fe (…) pero afortunadamente salimos bien y aquí estamos».
«Yo lamento que se llegue a esos extremos, no se le puede desear la muerte a nadie, ya cuando alguien está así es porque es muy infeliz», soltó el presidente ataviado en traje azul, corbata del mismo color y camisa blanca.
Sin embargo, reiteró que debe terminar la misión de cumplir con sus tareas de Gobierno.
«Ya falta poco, es hasta septiembre… como un año cinco meses, pero pues como trabajo el doble, quiere decir que me faltan dos años 10 meses, entonces tengo que seguir adelante, consolidar los programas de Bienestar, van muy bien todos los programas de Bienestar (…) todo eso lo tengo que continuar supervisando y dejarlo consolidado en enero del año próximo», expuso.
También mostró su deseo de evaluar las presas en el País, el Tren Maya, y fortalecer a la CFE y concretar la operación que se hizo con Iberdrola.
Tras tres horas y 20 minutos López Obrador bromeó con los reporteros y comentó:
«Ahora sí vámonos a desayunar, sino sí nos da el váguido».