Entre protestas y reclamos, decenas de migrantes recibieron al presidente Andrés Manuel López Obrador a su salida del Gimnasio del Bachilleres de Ciudad Juárez a donde acudió para tener una reunión con trabajadores del Banco del Bienestar y servidores públicos. 

Los centroamericanos gritaron una serie de consignas al mandatario para exigir justicia por la tragedia del incendio del pasado lunes 27 de marzo del 2023 en el centro del Instituto Nacional de Migración de México (INM), donde decenas de migrantes fallecieron y otros más resultaron heridos.

Un grupo de personas se colocó frente a la camioneta blanca donde viajaba el presidente, para intentar frenar su paso. No obstante, a pesar de la insistencia, el convoy presidencial no se detuvo para atenderlos.

Esto pese a que durante su conferencia mañanera López Obrador confesó que la tragedia le había afectado mucho. “Me ha dolido mucho, me ha dañado. Yo he tenido momentos difíciles, de los más difíciles fue lo de la explosión de Tlahuelilpan, ese ha sido el acto más duro, el que más me ha afectado anímicamente y luego este me conmovió, me partió el alma”, declaró.

Andrés Manuel López Obrador había anunciado que no sabía si se reuniría con los migrantes a su llegada a Ciudad Juárez, Chihuahua, pero que sí atendería la parte médica. Manifestó: “Lo que me importa más es la atención a los heridos. No sé, pero sí voy a tener una reunión con los médicos para procurar que no les falte nada, que podamos salvarles la vida, ahora es lo fundamental”.