Este 7 de abril, como cada año, se conmemora el Día Mundial de la Salud, fecha impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1948 para visibilizar los desafíos globales en materia de salud. Pero más allá de las campañas y los lemas anuales, este día también invita a reflexionar: ¿cómo era la salud hace un siglo y qué tanto ha cambiado?
1925 vs. 2025: Dos mundos distintos
Hace 100 años, la salud pública enfrentaba un panorama muy diferente. Las principales causas de muerte eran infecciones como la tuberculosis, la neumonía y la gripe, mientras que hoy en día, el foco está en enfermedades crónicas como la diabetes, el cáncer y los padecimientos cardiovasculares.
Expectativa de vida:
- En 1925: En México, la esperanza de vida rondaba los 34 años.
- En 2025: El promedio supera los 75 años, y sigue en aumento.
Antes de las vacunas… y después
En 1925, enfermedades como la polio, el sarampión o la difteria eran temidas en todo el mundo. Hoy, gracias a las vacunas, algunas están cerca de erradicarse y otras se mantienen bajo control.
Por ejemplo:
- La vacuna contra la tuberculosis (BCG) fue introducida a gran escala en los años 40.
- La polio ha sido eliminada en casi todos los países del mundo.
- El desarrollo de vacunas contra el COVID-19 en tiempo récord demostró el salto científico del siglo XXI.
De las plantas medicinales al ADN
En 1925, muchos tratamientos aún se basaban en remedios tradicionales o experimentales. Hoy, la medicina de precisión, la edición genética (CRISPR) y la inteligencia artificial están transformando la forma en que se diagnostican y tratan enfermedades.
Además, la telemedicina, que despegó durante la pandemia de COVID-19, está cambiando la manera de recibir atención médica, sobre todo en zonas rurales o con poco acceso.
¿Y México?
Aunque hay avances notables, México aún enfrenta desafíos como la desigualdad en el acceso a servicios de salud, el alto consumo de ultraprocesados y una creciente tasa de enfermedades crónicas tales como la diabetes tipo 2.
¿Qué sigue?
Este 2025, el lema del Día Mundial de la Salud es «Salud para todos», un recordatorio de que los avances no deben quedarse en el papel, sino llegar a todos los rincones del mundo.
Porque si algo hemos aprendido en estos 100 años, es que la salud no es solo ausencia de enfermedad: es acceso, equidad, tecnología y humanidad.