Cada 23 de abril, el mundo celebra el Día Mundial del Libro, una fecha conmemorativa que rinde homenaje a tres grandes figuras de la literatura: Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega, quienes murieron un mismo día en 1616. Pero más allá de los homenajes y ferias, esta celebración invita a reflexionar sobre una pregunta fundamental: ¿cómo está cambiando nuestra forma de leer en pleno siglo XXI?
En una era de pantallas, scroll infinito y consumo digital acelerado, la experiencia de la lectura también ha mutado. ¿Sigue siendo el papel el formato favorito? ¿O los ebooks y audiolibros han tomado la delantera?
¿Leemos más o menos?
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Lectura y Escritura (ENLE) del INEGI, el 71.8% de la población mexicana mayor de 18 años leyó al menos un libro en el último año, una cifra ligeramente superior a la de años anteriores. Sin embargo, el tiempo dedicado a la lectura ha disminuido, y el principal obstáculo señalado por los encuestados es “falta de tiempo”.
En el plano internacional, la tendencia es similar. Mientras que países como Finlandia o Japón siguen destacando por sus hábitos lectores, en América Latina la lectura enfrenta desafíos estructurales como el acceso desigual a libros y espacios de lectura.
El boom de los audiolibros
Lo que sí ha crecido con fuerza es el consumo de audiolibros y libros digitales. Plataformas como Audible, Storytel, Scribd o Kindle han transformado la manera en que las personas acceden a los contenidos.
Según un reporte de Global Audiobook Trends, el consumo de audiolibros ha crecido más de un 25% anual desde 2020.
BookTok, Bookstagram y el renacer juvenil
Las redes sociales también han reinventado la promoción del libro. En plataformas como TikTok o Instagram, las comunidades lectoras han creado nichos poderosos como #BookTok, donde millones de usuarios recomiendan libros, lloran por finales trágicos o celebran nuevas publicaciones. Gracias a estos movimientos digitales, títulos de autores como Colleen Hoover o Mariana Enríquez han escalado a los primeros lugares de ventas.
Librerías independientes: entre la crisis y la reinvención
Las librerías de barrio no la han tenido fácil. Con la pandemia, muchas enfrentaron cierres temporales o definitivos. Pero otras han sabido reinventarse: organizan clubes de lectura, talleres, lecturas dramatizadas o incluso cafés literarios.
Leer como acto de resistencia
En un mundo sobresaturado de información rápida, la lectura se mantiene como una forma de resistencia y reflexión. Leer no solo entretiene; educa, forma criterio, amplía horizontes. Y aunque el formato evolucione, el valor de una buena historia o una idea poderosa sigue intacto.
¿Tú qué prefieres?
¿Eres de libros físicos?
¿Prefieres lo digital?
¿O te convencieron los audiolibros?