Guía para el sarcasmo

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¡Me quemé en la alberca! Expresó Abi, la prima de mi hijo; inmediatamente la reacción de mi pequeño ASPI de 9 años fue preguntar asombrado.- ¿En serio? Como mi marido y yo ya lo tenemos medido, con esa expresión nos dimos cuenta de que había tomado de forma literal la frase de su primita.

Esta es una de las características más visibles que tienen las personas con Asperger-autismo
Cuántas veces no nos hemos topado con este tipo de situaciones y estoy segura de que antes de saber que nuestro hijo (a) tenía Asperger posiblemente respondiéramos con un “¡No puede ser que no lo entiendas!” y la realidad es que no lo entienden.

Este es un tema que considero muy importante, por ser la comunicación misma dentro de una sociedad.

Situaciones tales como: Decirle: “Escribe dos ejemplos literarios.- para regresar y encontrarme con que escribió literalmente: “Dos ejemplos literarios” al preguntar ¿porqué?, el decía: “Tu me dijiste”; O bien pedirle que se probara dos pantalones y luego ver como se había puesto los dos pantalones uno encima del otro; con seguridad cada uno de ustedes tendrá sus muy particulares experiencias en este sentido.

¿Cómo explicamos el sarcasmo o los modismos con fines prácticos a quién no lo puede leer?

El trabajo no es fácil, normalmente las personas estamos inmersas en este tipo de comunicación que ya entendemos de manera natural, entonces aun y sabiendo que debemos ser muy específicos cuando se trata de hablar con ellos, muchas veces lo pasamos por alto de forma inconsciente, justamente por la costumbre o más bien la poca costumbre de ser claros en nuestra forma de expresarnos.

Si lo vemos de forma fría, en realidad esa no es la manera normal de comunicación; pero tampoco haremos el hecho de que forma una parte sumamente importante en toda cultura, cada cual de forma muy particular dependiendo de cada región.

¿Entonces, Qué hacer?

En nuestra experiencia notamos y coincidimos en que para apoyar a nuestro hijo en la comprensión del sarcasmo o de aquellas frases confusas se basaría en varios pasos:

1.- Ser muy específicos.- Por supuesto que esto es difícil por lo que arriba he comentado, pero conforme vamos viviendo el día a día, este ejercicio se convierte cada vez más natural en la familia; incluso debo agregar que nos ha ayudado a ser mucho más sinceros y explícitos con él y con las personas que nos rodean.
Aunque debemos tener claro que es IMPOSIBLE estar cuidando todo el tiempo lo que decimos y lo que dicen los demás, ni tenerlo dentro de una burbuja anti sarcasmo, tampoco es el caso, porque el objetivo es justamente encaminar a nuestro hijo (a) hacia la independencia, aquí es donde entran los siguientes pasos.

2.- Estar atentos para detectar cuando no entienda una frase.- En este paso hay que valernos mucho de la observación, estoy segura de que cada padre ya tiene muy bien observado a su hijo y que incluso cada frase o mirada les hará saber que ALGO no entendieron bien; en ocasiones ellos mismos expresarán el clásico: “No entiendo”, pero hay casos en que nuestros pequeños no son muy comunicativos, entonces frases como: ¿En serio? o una simple mirada extrañado, nos bastarán para saber que hay algo que explicar, hay que preguntarle (si acaso él no lo expresa) y aunque no nos quiera decir, de todas formar hay que explicarlo, porque puede ser que en algunas ocasiones él le resta importancia al sarcasmo con el fin de ignorarlo lejos de ayudarle, sólo está haciendo a un lado el problema cuando puede ser algo importante dentro de la conversación.

3.- Explicar.- Pareciera que esta etapa, es sumamente sencilla, pero no lo es.  De hecho es un reto hacia nuestro propio ejercicio comunicativo, porque si no somos los suficientemente explícitos, nuestros pequeños quedarán mucho más confundidos que al inicio; por ejemplo, cierto día le dije a mi madre que se me había dormido una pierna; mi hijo como pueden imaginar expreso el clásico: ¿en serio?; lo miré y le pregunté qué era lo que él entendía por la frase se me durmió una pierna?, el respondió: “pues que tenía sueño y quería descansar”. Me prestaba a explicarle y le dije.- “mira cuando alguien dice que se le durmió la pierna significa que…” Entonces mi madre intervino y le soltó la frase: “Que te hormiguea”. Podrán imaginar la reacción de mi hijo; completamente sorprendido preguntó: ¿Quéee?, pero ¿Cómo?”; sin duda la respuesta apresurada de mi madre lo había dejado mucho más confundido, finalmente recibió la explicación que necesitaba sobre la falta de circulación. Así pues hay que cuidar cada palabra con la que le vamos a hablar, e incluso de ser necesario valernos de diccionarios, imágenes, videos, Internet y todo aquello que esté a la mano para que su inquietud quede lo más clara posible.

4.- No mentir.- Para ningún niño tenga Asperger o no, es bueno que se le mienta para darle una explicación, aunque sean las llamadas mentiras piadosas, mucho menos para una persona con Asperger, recordemos que ellos creerán todo lo que les digamos; debemos decirles las cosas tal como son y no dejar lugar a duda en la explicación, porque ellos exigen una comprensión total de lo que quieren saber.

Suena a todo un reto, verdad? Sobre todo cuando dichas explicaciones tienen que darse a diario, porque a diario se enfrentará a toda esa telaraña que suele ser la comunicación y si para nosotros resulta ser desgastante tratar de explicar algo sin usar esas frases o jerga o sarcasmo, como queramos llamarlo; imaginen como será para ellos que no tienen ni la menor idea de lo que les están hablando.

5.- Aplicarlo a manera de juego.- Una vez que expliquemos de forma convincente cada frase para ellos, podemos hacer una especie de glosario o diccionario del sarcasmo, escribiéndola con su respectiva explicación, de forma simple y concreta, pues no queremos confundirlo más con descripciones estilo diccionario.
Así pues podemos jugar diciéndole que es un concurso y preguntarle por ejemplo: ¿Qué significa se me prendió el foco? y él responderá como un reto, dependiendo a lo que ya le hayamos dicho anteriormente, así es como nos daremos cuenta si le quedó claro o hay que explicarlo de nuevo, para que cuando la escuchen de nuevo recuerden el significado y poco a poco aprendan a vivir escuchándolas y sabrán a qué se refieren.

Así que la clave es: comunicación específica, atención, explicación concreta y veraz y aplicarlo al día a día

O dicho en el modismo mexicano: ir al grano, sin tanto rollo