Por: Angélica Valle

El buen juez por su casa empieza.

Refrán mexicano que nos cae como anillo al dedo en el caso de las figuras públicas que en su discurso predican y casi suplican a los demás, para pedir que realicen una acción, pero hacen todo lo contrario.

Si por más de 300 días ha sido el funcionario público más nombrado, visto y entrevistado que le costaba a Hugo López Gatell acatar su slogan: #QuédateEnCasa.

Es cierto lo que dice el Presidente López Obrador, ha trabajado mucho, ha sido eficiente, su trabajo ha sido arduo, pero… es el juez de los mexicanos en tiempos de pandemia, en tiempos en que más de 1 millón 448 mil personas se han contagiado y peor aún 127, 213 murieron por COVID-19.

Pide restringir la movilidad y se va de vacaciones a la playa. Entonces. ¿Cómo dar el ejemplo? ¿Cómo convencer para que los ciudadanos acaten las disposiciones de salud?

En apego a la comunicación de concienciación, una figura pública es quien más conectado debe estar entre el decir y el hacer, esto es entre su discurso y sus acciones. No importa que sea funcionario público, gobernantes, artista o futbolista. Es figura pública y la gente lo sigue o lo castiga.

¿Con qué cara se presentará esta noche el sub secretario de Salud en su acostumbrada conferencia de prensa para actualizar los casos de COVID -19? ¿Reiterará el uso de cubre bocas, la sana distancia y la restricción de la movilidad cuando no lo ha cumplido?

Nadie duda de que esté cansado, la duda ahora es si su facultad mental esté afectada por tanto repetir los mensajes hasta hartarse de los mismos.

@angelicasvalle