Deforestación en la Amazonía brasileña crece un 171 %, según estudio

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La deforestación en el Amazonas de Brasil creció un 171 por ciento en abril frente al mismo mes del año pasado, según un estudio privado divulgado este lunes que cifra en 529 kilómetros cuadrados la masa forestal perdida en esa región, en comparación con los 195 kilómetros cuadrados derribados en 2019. 

Se trata del mayor índice de deforestación en los últimos diez años para el mes de abril, según el Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon). Los datos indican que el 60 por ciento de las talas se dieron en áreas privadas, mientras que un 22 por ciento ocurrió en zonas de conservación, un 15 por ciento en regiones de asentamiento y un 3 por ciento en tierras indígenas. 

Entre las regiones indígenas con altos índices de degradación está la que pertenece a la tribu Yanomami, ubicada entre los estados de Roraima y Amazonas, uno de los grupos étnicos más afectados en el país suramericano con el covid-19. 

En Brasil se han confirmado más de 350 casos del nuevo coronavirus en indígenas, de los cuales más de 20 se registraron en la etnia Yanomami, según datos de la Fundación Nacional del Indio (Funai). Imazon destacó en el informe que el mayor índice de deforestación de toda la región amazónica se registró en el estado de Pará, con un 32 por cineto de los casos en abril. 

Le siguieron Mato Grosso con 26 por ciento, Rondonia con 19 por ciento y Amazonas con 18 por ciento Ya para el acumulado del año, la tala de árboles en el Amazonas brasileña alcanzó los mil 73 kilómetros cuadrados lo que supone un aumento de un 133 por ciento en relación con la registrada durante los primeros cuatro meses de 2019, cuando la deforestación totalizó 460 kilómetros cuadrados. 

Imazon es un instituto de pesquisas sin ánimo de lucro, compuesto por investigadores brasileños que usan la información suministrada por varios satélites para monitorear el Amazonas y divulgar datos sobre la deforestación en esa vasta región. 

La organización realiza en análisis mediante el Sistema de Alerta de Deforestación (SAD) que cumple prácticamente las mismas funciones que los sistemas que utiliza el gobierno, para producir advertencias independientes sobre deforestación.